No sé cómo no se le cae la cara de vergüenza. Resulta da repelúsnte que equipare a la televisión pública de un país democrático con el asesinato de millones de personas, banalizando con ello su martirio. Es sencillamente poco agradable.Pues ole sus ovarios, pero yo hablaba de Jordi. En el TV3 nazionalista no caben ciertas personas.
Y eso que Jordi es poco sospechoso de ser falangista