A los amegos les avisaron y al día siguiente presumiblemente ya estaban en jovenlandia, aquí se iban a quedar.
La progenitora mandando cartas a los periódicos pidiendo ayuda para atrapar a los autores de semejante masacre pero sin atreverse a darnos una sola pista sobre la nacionalidad o aspecto de los autores, pese a sabero. Qué queréis que os diga, disfrutan de lo votado a costa de su hija.