Pensar que el llamado "batúa" o "euskera unificado" se articuló imitando las tecnicas de recuperación del hebreo moderno, al que tuvieron como modelo y referente después de que un grupo de académicos vascos visitaran Israel con ese propósito, entre ellos Xabier Kintana, quien aseguro: "Cuando regresamos de Israel a Bilbao, se comenzó a aplicar lo que se había aprendido allí" ("Haaretz", 07.02.2003).
El hebreo —como el "euskera" — hasta la segunda mitad del XIX era una lengua muerta, recluida en la Torá, el Mishná y el Talmud, y bajo la custodia de los rabinos. La resurrección del hebreo va a estar ligado a la fundación del Estado de Israel, pero también al despegue del sionismo, aquella empresa de judíos civiles, con tintes de epopeya, que querían comenzar una nueva vida trabajando el campo y con una organización social inspirada en ideas izquierdistas y socialista. La URSS fue el primer estado en reconocer a Israel.