Vamos por partes:
Relativo al corralito argentino al que alguno ha hecho alusión diré que allí existió una diferencia sustancial con respecto a España.
Fué una decisión del gobierno de corrección rconómica aplicada sobre la política monetaria que en Europa está delegada en el chiringuito del amigo Trichet, en el BCE.
Allí, en Argentina, se dice que se vivía por encima de las posibiilidades reales habiendo basado el desarrollo en la dolarización monetaria, con una sobrevaloración de la moneda ficticia, no como en Europa en la que se adecuó el valor del euro a la realidad económica de cada país miembro y sobre todo, y lo más importante fué que la casi totalidad de los préstamos y créditos mal cubiertos por los bancos y con garantías insuficientes estaban en manos del propio estado que había garantizado los pagos con los enormes recursos naturales del país sin tener en cuenta que estaban todos en manos extranjeras y apenas reportaban beneficio al país.
Para evitar el pánico se estableció el corralito obligando a los bancos a incrementar su reserva de caja y cerrando la salida de fondos del país, que tenían que ser justificados una a una y autorizadas por la autoridad monetaria.
Dos datos más, este corralito fué declarado ilegal e inconstitucional en distintos recursos, pero las corruptelas políticas lo hicieron posible, y segundo, en España no se podría llegar a ello porque la libre circulación de bienes y capitales están garantizados por el propio tratado de la Unión Europea que convierte en imposible una medida de esa índole que no afecte a la totalidad de los países, es decir a más de trescientos millones de persona. Impensable.
Con respecto al índice de endeudamiento actual y al incremento de la jovenlandesesidad, seguimos, a pesar de todo en niveles históricos de cumplimiento de obligaciones. Ese 0.45% de impagados incluye a chiringuitos financieros, a préstamos rápidos de financieras etc, es decir a cualquier operación crediticia con garantía hipotecaria registrada en España y en trámite de ejecución, con lo que se puede afirmar que en lo que compete a la banca tradicional es menor a ese e implica que se inician procedimientos de ejecución por menos de una de cada doscientas cincuenta hipotecas.
Si tenemos en cuenta que hay oficinas con más "agresividad" en sus operaciones, sobre todo si están recién abiertas y tienen que captar volumen y otras no, me refiero a estas últimas que discriminan mucho sus operaciones, cuentan con clientes antiguos, los conocen bien, etc las que no suelen tener, salvo desastre operaciones que se caen, y puede haber una o dos en una trayectoria profesional, no más. Por eso no me creo que un director esté muy tranquilo hablando de la cantidad de impagados que tiene, los embargos de los pisos después de Navidad etc, etc y encima parece que se alegra y lo cuenta con gracia cuando en ello va su futuro y su trabajo....
Además debo decir que la mayoría de los clientes en entidades que saben tratar a sus clientes son conocidos, crean un vínculo importante con sus gestores bancarios que llegan a convertirse en "amigos"con minúsculas, no suelen ir a engañar a nadie porque saben que después tendrían las puertas cerradas a nuevas operaciones y cuando las cosas se tuercen acuden al banco a contar lo que les pasa y a buscar soluciones que puede pasar por ampliar plazos, establecer periodos de carencia en la amortización de capital y pagar sólo intereses, en establecer plazos para la venta de las viviendas, en solicitar préstamos personales con nuevas garantías o avalistas para salir del paso etc, o sea que la idea del cliente que "se olvida de sus deudas" y del que no se vuelve a saber es una figura casi en desuso en los bancos y por supuesto en operaciones hipotecarias, es más dado a surgir en otros pequeños pufos tipo tarjetas de gasolina, tarjetas de crédito de límites pequeños, recibos que el banco ha pagado y han provocado algún número rojo en la cuenta, por ejemplo, bancos que pagan la luz, o el gas de una familia "apretadita" para que no les corten y dejen a los niños sin calefacción y al final resulta impagado, es decir pequeños importes. Lo contrario es extraño porque además son pufos de grandes importes y con final cierto y conocido y a nadie le gusta perder un piso, sabiendo además que no va a volver a recibir jamás un crédito para comprar otro en ninguna entidad.
Antes se pide ayuda al propio banco o a quien sea, o se vende el piso, que siempre es mejor que esperar a la subasta en la que nunca se sabe si va a sobrar dinero para el propietario o se va mantener algo de deuda.
Por ello creo que no es habitual el impago en la actual situación de estabilidad y normalización del negocio bancario y que seguirá sin serlo, ya que la única variable que se ha introducido es la subida de un 1 ó un 2% de los tipos de interés, la mayoría de los prestatarios lo sabían y lo pagarán y los prestatarios ya se han encargado de negar los préstamos a quien se vé que no puede pagar, y el que no lo ha hecho es el mal director del que hablaba en otro post que no ha hecho bien sus deberes y que debería estar temblando en lugar de hablando con desconocidos en un despacho del aluvión de impagados que espera...
Para terminar diré que es posible que un familiar pueda recomendar a otro que no se meta en un préstamo (también puede ocurrir lo contrario y recomendar meterse en el), un director puede decir a sus empleados que a lo mejor les cae algún piso, etc, no digo que no, pero a nivel interno y en petite comité, difícilmente lo comentará en su despacho a un cliente acompañado de un desconocido o en la calle a los tenderos de al lado porque sería reconocer su incompetencia para valorar las operaciones que concede y yo jamás pondría mi dinero en manos de un director de banco que reconoce públicamente su incompetencia y la de su oficina.
Bancos hay muchos y profesionales excelentes también, y el banco no sólo es un vampiro, también saca de apuros a muchos clientes y empresas, financia ilusiones de emprearios emprendedores, financia estudios a recién licenciados para que hagan sus másters etc, etc y también busca soluciones a sus clientes con problemas para pagar sus deudas antes de proceder a ejecutar hipotecas que siempre es la última solución y la que no le interesa a nadie por el coste económico, temporal y de desgaste que supone para todas las partes implicadas.
Por cierto, disculpas por el ladrillo.....