Lista de antinutrientes presentes en productos del mundo vegetal.
Lo llaman "antinutrientes" pero entre nosotros la palabra seria TOXICOS.
Los
antinutrientes son uno de los elementos más desconocidos y a la vez temidos en el ámbito de la nutrición. Su mera pronunciación despierta miedo y recelo entre multitud de consumidores, ya que los antinutrientes parecen indicar la presencia de elementos indeseables en los alimentos. Tiene sentido, ya que el propio término “antinutriente” no despierta precisamente buenas sensaciones: parece indicar que algo malo se avecina.
Al igual que sucede con muchos componentes de la alimentación, cíclicamente los antinutrientes pasan a estar en boca de todos, generando cierta desinformación en torno a su naturaleza, consumo y origen. Pero, ¿qué son exactamente los antinutrientes?, ¿debemos tener miedo ante su ingesta? En este artículo analizamos en detalle
qué son los antinutrientes, en qué alimentos podemos encontrarlos y cuáles son las mejores técnicas para reducirlos en nuestra dieta.
¿Qué son los antinutrientes?
Cuando hablamos de antinutrientes nos estamos refiriendo a un grupo muy amplio de sustancias y compuestos naturalmente presentes en los alimentos. Esto es importante dejarlo claro, ya que no son sustancias exógenas o tóxicas que llegan al alimento a partir de una contaminación o un desarrollo de microorganismos, no:
son compuestos totalmente naturales. Respecto a su origen, suele mencionarse con frecuencia que los antinutrientes son sustancias de origen vegetal asociadas a legumbres y cereales. Sin embargo, lo cierto es que también existen algunos antinutrientes vinculados a alimentos de origen animal, aunque una minoría. Esto lo detallaremos después.
Lo importante es: ¿qué efecto provoca el consumo de antinutrientes en nuestra salud? Concretamente, la presencia de antinutrientes se asocia con una
menor absorción de vitaminas y minerales. Es decir, los antinutrientes son responsables de disminuir la biodisponibilidad de otros compuestos en el organismo humano. Esto puede llegar a traducirse en ciertos déficits de algunas vitaminas y minerales esenciales que son imprescindibles para realizar funciones vitales. Por ello, merece la pena prestar especial atención a los antinutrientes y conocer cuáles son los alimentos que los contienen de forma natural.
¿Dónde están los antinutrientes?
Como decíamos, la denominación “antinutriente” hace referencia a un amplio grupo de componentes de distinta naturaleza. Por ejemplo, en el reino vegetal los antinutrientes son
sustancias químicas que cumplen una función de defensa ante el ataque de depredadores y organismos superiores que, como los seres humanos, van a alimentarse del vegetal en cuestión. Por ello, la función primordial de los antinutrientes es proteger las semillas, asegurar la germinación y, en definitiva, garantizar la supervivencia de la especie. Algunos ejemplos de antinutrientes que encontramos en la naturaleza son:
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Fitatos, lectinas y saponinas. En general, estos antinutrientes están presentes en alimentos vegetales ricos en hidratos de carbono como en las legumbres, cereales y frutos secos y se asocian con una menor absorción de hierro y otros micronutrientes como magnesio, zinc, calcio y cobre1. Las saponinas son el antinutriente responsable de formar espuma en los tarros de garbanzos cuando añadimos agua, por ejemplo. Por otro lado, el ácido fítico o los fitatos son muy temidos en relación a las
legumbres, cereales y algunos frutos secos. Sin embargo, cumplen con una importante función en estos alimentos vegetales: guardan una reserva de minerales para el desarrollo posterior de la semilla. Por desgracia, los seres humanos no tenemos en nuestro organismo la enzima fitasa que descompone el ácido fítico y libera esos minerales, por lo que debemos tener cuidado con el compuesto2.
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Glucosinolatos. Presentes en las crucíferas como coliflor, brócoli y coles de Bruselas, los glucosinolatos se han asociado tradicionalmente con ciertos beneficios para la salud humana, como una protección frente al cáncer. Sin embargo, estos compuestos también pueden inhibir la
absorción de yodo3.
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Oxalatos. Uno de los antinutrientes más controvertidos y estudiados en los últimos años en relación a los famosos zumos detox. Se encuentra en
vegetales de hoja verde como acelgas o espinacas consumidos de forma cruda, de ahí su alta presencia en batidos verdes. Los oxalatos son motivo de preocupación
desde 2015 para la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria), ya que no solo impiden la absorción de otros nutrientes como el calcio, sino que además favorece la formación de ciertos cristales insolubles que pueden ser problemáticos al aumentar la formación de cálculos renales en los riñones4.
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Polifenoles. También encontramos otros componentes tradicionalmente asociados a beneficios saludables catalogados como antinutrientes: los polifenoles. Aportan sabor amargo a los alimentos, y el motivo de que sean considerados como antinutrientes es que se unen en el organismo a algunos minerales como zinc o hierro e impiden su absorción, sobre todo los taninos. Este grupo de compuestos fenólicos se puede encontrar en alimentos como el
chocolate, té, café y el vino, y también en frutas como las frambuesas, arándanos y uvas. Sin embargo, los polifenoles son considerados compuestos beneficiosos para la salud. Sus posibles problemas asociados con malabsorción son insignificantes en comparación con sus múltiples ventajas:
algunos polifenoles se asocian con beneficios cardiovasculares5.
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Solanina. Aunque no inhibe la absorción de micronutrientes concretos, la solanina sí que es un componente
tóxico natural de las patatas cuya presencia no es deseable en nuestra dieta habitual. El motivo es que se trata de un componente neurotóxico en altas dosis. Por suerte, en las patatas su concentración es pequeña y también aporta un potente sabor amargo6. De esta forma, detectar su presencia en el alimento es bastante sencillo, ya que dejamos de comer la patata de forma rápida antes de consumir cantidades preocupantes de solanina. Por otro lado, la presencia de solanina en las patatas también puede verse incrementada en aquellas zonas de brotes y color verde. El color verde de las patatas no es perjudicial en sí mismo, de hecho denota la presencia de clorofila al haber sido expuesta la patata a la luz del Sol. Sin embargo, en zonas verdosas la concentración de solanina también crece exponencialmente. En estos casos es posible recortar la parte afectada y consumir el resto del alimento, siempre aplicando varios centímetros como margen de seguridad por si acaso.