Tantos no creo.
Aunque en mis cálculos seguramente me quedo corto.
Había 550.000 fieles a la religión del amor en Cataluña -legales y censados- en 2014.
Eran el 7,3% a 1 de enero de 2014. En concreto: 549.149.
Pero estamos ya en 2018. La inmi gración ha vuelto, aunque a cámara lenta, y los fieles a la religión del amor no dejan de tener hijos. Mínimo habrán aumentado en 50.000. Y si hablamos de ilegales, mínimo habrá 25.000.
Eso ya pondría Cataluña en 625.000 fieles a la religión del amor. Pero eso es el mínimo.
Con una estimación más realista, probablemente habrán aumentado en 70.000, y contando ilegales habrá otros 35.000.
655.000 fieles a la religión del amor... Rozando el 9% de la población.
Cierto es que aparte de fieles a la religión del amor hay indios sikhs y mucho budista. Entre indios y sikhs, por lo menos hay 1 por cada 10 fieles a la religión del amor si tenemos en cuenta la cantidad de mezquitas en comparación con templos sikh e hinduistas. Tirando muy por lo bajo.
Eso añade otros 65.000 marronoides con olor a ajo picante macerado en bolsa escrotal.
655.000 + 65.000 =
720.000 jovenlandeses e indios.
Al millón no llegan por ahora, pero para las elecciones de 2021 lo estarán rozando ya.
Es decir, en muy poco tiempo habrá mas jovenlandeses que habitantes hay en las provincias de Gerona y Lérida juntas. Luego suma latinos, etnianos, chinos, personas de color, rumanos, rusos... Cataluña no podría ser más multicultural
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