Bueno, por fin vuelvo por aquí de forma activa tras unas semanas de mucho trabajo y poco tiempo y ganas para intervenir en el hilo (hay que desintoxicar de covidianismo de vez en cuando, entrando en otros hilos secundarios o poco enjundiosos y solo leyendo un poco de pasada en este nuestro hilo-fetiche).
Aunque quizás el dato de pacotestimonio se quede un poco obsoleto al ser de hace unos 7-10 días, os puedo contar alguna cosilla jugosa en su momento:
Amiga sanitaria en hospital privado veterano de dentro de la almendra de Madrid el contó a mi mujer que llegaron a estar con las dos plantas dedicadas al el bichito llenas, y que a partir de ahí estuvieron derivando al Zendal.
La razón principal es que esta vez no querían interrumpir operaciones y cirugías programadas con anterioridad, porque en la ola de primavera de 2020 todo el hospital quedó dedicado a pacientes el bichito, y económicamente les resultó un desastre, de modo que esta vez, mientras dispusieran de la alternativa del Zendal a partir de esas dos plantas llenas, iban a intentar mantener la actividad (y eso a pesar del reciente convenio de Ayuso con algunos de los hospitales privados de precios elevados por enfermos hospitalizados, aunque no estoy seguro de si este entraba dentro de aquel convenio o con aquellas condiciones que se hablaron por aquí).
Han tenido ingresados de 50 años, pero también de 40 e incluso 30 años. No muchísimos, pero sí algunos-bastantes (que no ha sido anecdótico, vamos).
El hospital tiene tres plantas (y una cuarta más pequeña), y es de tamaño relativamente grande. Afortunadamente esta semana ha ido bajando la ocupación el bichito, y ahora mismo no tiene esas plantas petadas ni está derivando al Zendal, toquemos madera.
Por una parte se ve que el Zendal está siendo útil para antender pacientes, pero también resulta útil para que hospitales privados puedan seguir con su actividad (y negocio, claro). Aunque también es cierto que los hospitales privados necesitan mantener un nivel de actividad para asegurar sus ingresos y por tanto su continuidad y funcionamiento, y también estarán sirviendo de esa manera para descongestionar un poco los atascos de operaciones/cirugía de la pública, supongo. En fin, como siempre, nada es blanco o neցro sino de una gama de grises bastante amplia.
Y algunas pacoanécdotas menores:
Compañero de trabajo que vive en Majadahonda, fueron cayendo mujer e hijos, y finalmente él. Relativamente suave, pero con fiebres, toses, cansancio... crucemos los dedos, ya han pasado el 8º día peligroso. No sabe muy bien dónde podrían haberse contagiado los primeros que cayeron, porque andan prudentes, pero claro, Majadahonda está completamente embichada.
Conocido con mujer sanitaria, me contó que esta semana ya ha recibido el lunes la segunda doses de Pfizer. Unas 24-36 horas de fiebre y malestar muscular con cansancio. Intentó trabajar el martes, pero a media mañana se tuvo que ir a casa a descansar. El miércoles nuevamente al trabajo ya.
Familiar personal de residencia en el norte, que la banderilla no le ha dejado echa polvo como a las compañeras, curioso, estuvo a la tarde incluso haciendo un poco de cinta de andar (compró una en el confinamiento, aunque es muy poco deportista, sí es andarina, con 40 y pocos tacos). Otros compañeros en cambio echando el higadillo prácticamente. Parece que las banderillas dan más o menos reacción de forma bastante aleatoria.
Respecto a la hostelería... Esto es un puñetero cachondeo. El finde pasado, volviendo del colegio con los niños, mi mujer se escandalizó por el descontrol en varios bares con terrazas que hay de camino. En una terraza de esas cerrada con toldos plastificados laterales -en la práctica, como una carpa de boda cerrada salvo por la puerta-, cincuentones y sesentones en varias mesas de 4 cercanas y evidentemente parte del mismo grupo, cantando canciones folklóricas montañesas y similares, todo gente de izquierdas y congestionados (lo mismo que vi yo por Santander en Navidad). En otra, también cerrada como si fuera un salón acristalado con esas cortinas de cristal echadas, grupos de adolescentes y treintaañeros brindando bien juntitos y sin mascarilla, evidentemente.
Cada vez estoy más convencido de aquello de que las olas tienen su periodo natural de 70-90 días no importa lo que se haga, que decía aquel científico jefe israelí tras sus estudios estadísticos comparativos entre países de primavera-verano.
Y el toque surrealista de la semana, para mí, más que el circo electoral catalán, ha sido cuando Portugal ha cerrado fronteras:
- Cuando España está embichada es el país vecino quien cierra sus fronteras con nosotros, como el caso de jovenlandia.
- Cuando el país vecino está embichado, es también el país vecino quien cierra sus fronteras con nosotros, como el caso de Portugal.
Cuando nosotros tenemos la cosa, son ellos quienes se cierran para que no les entre nuestra cosa. Cuando ellos tienen la cosa, también son ellos quienes se cierran para que no se escape su cosa. Mientras tanto, nosotros... cerrando provincias para que la peña se aguante pero no fronteras par ano ser racistas
O somos los mas tolerantes del mundo para no ser racistas, o somos los más iluso, o nuestra economía está tan zarrapastrosa que no se puede ni permitir un cierre con los países limítrofes si se embichan o nos embichamos ni tampoco por avión (o con mucho retraso). O las tres cosas a la vez.
P.D. Ánimo a los compañeros floreros que lo han pillado, calma y mucha vitamina D, pulsioxímetros, ventilación... Y a los demás, ya sabemos también, humidificación parcial, filtros HEPA, etc..