Tienen varias cosas en contra los chinos para llegar a dominar el mundo:
1) caen mal y tienen imagen de país paco, de baratijo, "Made in China" es sinónimo de cutrerío
2) su idioma es difícil hasta para ellos y jamás lograrán que otros países lo tengan como 2ª lengua (no digamos ya 1ª)
3) su cultura tradicional no han sabido perpetuarla y está prácticamente desaparecida
Por todo ello sería una dominación débil y efímera. Los imperios se ganan por la fuerza pero se mantienen por la cultura y la lengua.
Claro que sería una dominación débil y efímera. La de EEUU ya está en declive, con apenas un siglo. Las hegemonías globales tienen una vida cada vez más corta. Y ni siquiera tengo claro que los chinos lleguen a ello, sólo que lo van a intentar.
No hace falta caer bien para ser el dueño del cortijo. Al jovenlandés que llega en patera no lo podemos ni ver. Al que llega en un jet privado... bueno, le hacemos reverencias y le consentimos todo. La imagen de cutrerío se la irán sacudiendo con los años, a medida que externalicen su producción a países aún más paco y vayan impulsando sus marcas insignia, como XiaoMi, Huawei o las que vengan.
Sobre el idioma estoy de acuerdo contigo, el idioma es una herramienta imperial de primer orden, pero hay muchas excepciones, y sólo el tiempo dirá si acaba surgiendo un
chinglish o un
espandarín, que cosas más raras se han visto. El idioma es un aspecto más de la colonización cultural. Esta debe ser impulsada por gente con sentido de Estado (algo que abundaba en EEUU tras la II GM, y que ahora han sido reemplazados por directivos de la industria audiovisual; de ahí la leve pero paulatina pérdida de influencia cultural yankee en el mundo en las últimas décadas). En China parece que también tienen gente de esa. Poco a poco nos van colando productos culturales descafeinados, adaptados a nuestros gustos, vale. Pero nos los están colando. Los gobernantes con aspiraciones expansionistas no vacilarán en prostituir su propia cultura para sus fines. El cristianismo es una prueba palpable de ello: una cultura de raíces semíticas que acabó por afianzarse hasta entre los vikingos, los animistas jovenlandeses o los pueblos de América.
El expansionismo cultural es muy caro. Necesita muchos medios, y mucho tiempo. Los chinos tienen medios de sobra; lo del tiempo ya está por ver.
En realidad los obstáculos para su dominio tienen más que ver con la fragilidad interna: al igual que la antigua URSS, Congo, Irak, etc, la China actual es una amalgama de pueblos que no se caen muy bien entre sí. Hace falta un gobierno duro para mantenerlos unidos; en cuanto afloje un poco el puño, aflorarán de nuevo las tensiones regionales. También las desigualdades internas pueden pasar factura. Ha habido avances en este sentido, pero todavía hay diferencias brutales entre el campo y la ciudad.
Con todo, el factor más limitante para China es la dependencia energética del exterior. Se han hecho con media África, desplazando a los franceses, pero África apenas suministra recursos energéticos. Para estar tranquilos tienen que asegurarse el suministro desde Oriente Medio, y eso está más complicado.
Y, ciñéndonos al tema de este hilo, estoy viendo otro motivo para esta
carrera vacunística. Occidente ha presenciado bastantes victorias propagandísticas chinas últimamente: crecimiento económico, carrera espacial, avances armamentísticos, telecomunicaciones (lo del 5G es una paliza en toda regla)... y ahora gestión de emergencias y desastres. Hay que ganarles en algo, y qué mejor oportunidad que presentar no una, sino varias banderillas anti-el bichito diferentes que evidencien la superioridad occidental en materia de investigación y ciencia. No es solo beneifico empresarial: hay un componente político muy fuerte en todo lo que estamos viendo. Por tanto, lo de menos es el resultado, lo que importa es el anuncio.