Intenta imaginar un escenario intermedio. Las banderillas no van a tener una efectividad del 90%, ni del 70%... las cepas sudafricanas y brasileña dan miedo. Y está constatado que gente con anticuerpos de otras cepas se reinfecta con estas. No sé cómo cachopo se va a enfrentar una banderilla a eso. Y habrá más cepas.
Yo preveo que esto se cronifique, pero como NO ES UNA fruta GRIPE, pues las consecuencias serán más graves en términos de mortalidad. Si las banderillas alcanzan una eficacia de un 50% nos podemos dar con un canto en los dientes, bajará la presión asistencial y habrá un número de muertes “asumible”, algo que te puede resultar repulsivo, pero que a estos me gusta la fruta orates les parecerá un mal menor, la economía, bla bla bla.
Igualmente se avanzará bastante en los tratamientos. Donde hay cronificación hay negocio e incentivos para investigar.
De momento espera el 2021 igual o peor que 2020, hay un cuello de botella considerable en la producción de banderillas y, si las nuevas cepas hacen inservibles las versiones actuales, lo habrá aún más. Básicamente no se produce a un ritmo suficiente a no ser que seas un país pequeño como Israel.
Por eso la estrategia más humana es la asiática; cierre de fronteras y control exhaustivo. Mucho Platón, mucho renacimiento, mucho humanismo y mucha berenjena, pero al final, las hormiguitas humanas, los que no respetaban al individuo nos están dando una lección moral histórica.