5 de enero 2021
Expertos solicitan al Departament de Salut que retrase el reinicio de la actividad educativa presencial
• La situación epidemiológica es significativamente peor que cuando comenzó el curso escolar en septiembre.
• El cierre temporal de los centros docentes es imprescindible para evitar nuevos
contagios y contribuir a la reducción de la incidencia de el bichito-19.
En Cataluña en estos momentos la esa época en el 2020 de la que yo le hablo por SARS-CoV-2 está descontrolada y la situación epidemiológica es significativamente peor que la de la segunda semana de septiembre de 2020 cuando se inició el curso escolar.
En aquel momento el riesgo de rebrote era de 231 y actualmente es de 500; el número de personas hospitalizadas como consecuencia de la cobi19 era de 755 y a fecha de hoy es de 2.084. La tasa de positividad es del 9,51%, cuando se recomienda que este valor debe ser inferior al 5%.
La incidencia acumulada supera el nivel
de riesgo extremo establecido por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social.
Además, estos datos presumiblemente empeorarán en los próximos días tal y como han estimado diversos modelos matemáticos y también han expuesto las autoridades sanitarias en las últimas intervenciones públicas.
Además, se ha detectado una nueva variante del bichito en Inglaterra que ha demostrado tener una infectividad 24% superior a la variante previa del SARS-CoV-2 en el grupo de población de 0-9 años y de un 14% en el grupo de 10-19 años.
Ante el riesgo de la variante B117, que puede estar implantada en Cataluña, y sus implicaciones ya en el Reino Unido: i) los niños tienen más probabilidades de llevar el bichito al hogar que los mayores de 17 años; ii) los jóvenes de 2 a 16 años tienen más probabilidades de ser el primer caso en el hogar, y las edades de 12 a 16 años tienen 7 veces más probabilidades; iii) Los niños
de 2 a 16 años tienen más del doble de probabilidades de transmitir el bichito, y en base al último informe del Grupo Científico Asesor de Emergencias del Reino Unido, este país ha
decidido cerrar las escuelas y optar por la formación telemática con el objetivo de contener la expansión del SARS-CoV-2 siendo una medida adicional al confinamiento del país comunicado ayer a última hora.
Hoy mismo el Departamento de Educación de la comunidad de Aragón, ha pospuesto por razones similares el retorno escolar hasta febrero.
En los últimos meses, las medidas orientadas a la restricción de movilidad y contacto social han funcionado adecuadamente para controlar la esa época en el 2020 de la que yo le hablo. Pese a su impacto desfavorable a corto plazo en términos económicos, sociales y de salud mental, los beneficios a medio plazo de una estrategia contundente acaban siendo superiores, como se ha visto en países como Singapur,
Nueva Zelanda o Taiwán.
Por lo que respecta a la educación, el Departament de Salut y el Departament d’Educació han optado por mantener los centros docentes de primaria y secundaria abiertos y, en el caso de secundaria, dejando la decisión al criterio de la dirección de cada centro, pero en ambos niveles docentes con obligatoriedad de asistencia por parte de los
alumnos.
A pesar de que aún no se tiene información definitiva, existe un debate vivo en torno
a si las escuelas, en sus diferentes niveles educativos son o no un motor de contagio.
Ante la falta de evidencia científica definitiva, lo que procede es aplicar el principio de precaución de Naciones Unidas, según el cual quien toma las decisiones debe anticipar el daño que éstas pueden causar y debe haber proporcionalidad entre el riesgo y los costes y la viabilidad de la acción propuesta.
En la situación epidemiológica actual en Cataluña creemos que el cierre temporal de los centros docentes desde la educación primaria a la universitaria y el uso de la educación por vía telemática es la mejor opción para evitar nuevos contagios y contribuir a la reducción de la incidencia de el bichito-19.
Nuestra propuesta se basa en la guía de la Universidad de Harvard y las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.
Los abajo firmantes opinamos que el
principio de precaución debería prevalecer sobre otros intereses, dado el enorme problema de salud pública que representaría que las escuelas generaran gran número de contagios.
A una semana para la vuelta a las escuelas las autoridades educativas y sanitarias no han hecho público ningún plan en cuanto a la contención de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo en las escuelas.
Si se decide mantener las escuelas abiertas creemos que es de vital importancia que se siga un protocolo detallado que incluya todas las medidas recomendadas para reducir el riesgo de transmisión en las aulas. Si se opta por cerrarlas y pasar a una educación telemática es necesario informar con antelación a las familias de 1,5 millones de escolares.
Por todo lo expuesto:
Recomendamos con carácter de urgencia al Departament de Salut que retrase el reinicio de la actividad educativa en las próximas semanas, estableciendo un plan adecuado y que no deje lugar a la improvisación a los afectados, que refuerce la teleeducación (entendiéndola como optativa, y elemento clave para reducir la ratio de contagio en las aulas) y el teletrabajo, ambas como herramientas sostenibles durante el tiempo necesario para la reducción de la incidencia acumulada.
Sabemos que el cierre total de las escuelas tiene consecuencias sociales, laborales y económicas, y por ello entendemos que hay que presentar soluciones que minimicen esta situación.
Recomendar y promover desde las administraciones, que todo aquel que pueda seguir la escuela on-line y todo aquel que pueda teletrabajar lo haga, y que escuelas y empresas den facilidades para hacerlo.
Además, garantizar que se pueda compaginar con aquellos que requieran presencialidad en las aulas o en el trabajo. Estas medidas si se aplican de forma generalizada, reduciría enormemente los vectores de contagio y revertirían en una desaceleración de la curva
de contagios, sin duda conveniente para el control de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo, de la que todos saldremos beneficiados.
Firmantes
Josep María García-Alamino, Grupo de Investigación Global Health, Gender and Society.
Universidad Blanquerna-Ramon Llull.
Pau Fonseca i Casas, Departament d’Estadística i Investigació Operativa, InLab FIB, Universitat
Politècnica de Catalunya.
Aurelio Tobías, Institut de Diagnòstic Ambiental i Estudis de l’Aigua, Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
Alex Arenas, Departament d'Enginyeria Informàtica i Matemàtiques, Universitat Rovira i Virgili,
Tarragona, Spain
Salvador Macip, Department of Molecular and Cell Biology, University of Leicester. Estudis de Ciències de la Salut, Universitat Oberta de Catalunya
Oriol Mitjà, Servei de Malalties Infeccioses, Hospital Germans Trias i Pujol.
Guadalupe Gómez Melis, Departament d’Estadística i Investigació Operativa, GRBIO, Universitat
Politècnica de Catalunya.
David Alonso Gimenez, Centre d’Estudis Avançats de Blanes, Consejo Superior de
Investigaciones Científicas.
Karina Gibert, Departament d’Estadística i Investigació Operativa, IDEAI, Universitat Politècnica de Catalunya.
Marc Saez Zafra, Grup de Recerca en Estadística, Econometria i Salut, Universitat de Girona.
Centro de Investigación Biomédica en Red Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP).
Gerard Giménez i Adsuar, Grup de Recerca en Estadística, Econometria i Salut, Universitat de Girona. Centro de Investigación Biomédica en Red Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP).
Sergi Trias-Llimós, Centre d’Estudis Demogràfics, Universitat Autònoma de Barcelona.
Martí Casals, Fundació d’Estudis Superiors en Ciències de la Salut, Facultat de Medicina,
Universitat de Vic – Universitat Central de Catalunya.
Antoni Sisó i Almirall, Societat Catalana de Medicina Familiar i Comunitària (CAMFiC).
Manuel López-Cano, Universitat Autònoma de Barcelona.
Xavier Rodó, Institut de Salut Global Barcelona (ISGlobal).
Montserrat Rué, Departament de Ciències Mèdiques Bàsiques, Universitat de Lleida.
Alex Sánchez Pla. Departament de Genètica, Microbiologia i Estadística. Universitat de
Barcelona. Unitat d'Estadística i Bioinformàtica. Vall d'Hebron Institut de Recerca.