29 junio 2020
"Lo peor está por llegar", la advertencia de la OMS sobre la esa época en el 2020 de la que yo le hablo"
“Quién olvida su historia está condenado a repetirla"
20 de mayo de 1918
Aunque la epidemia parecía remitir al final del verano, el mayor número de muertes por influenza se registró entre septiembre y noviembre de 1918.
La que hoy se conoce como "primera ola" de una enfermedad que llegó oficialmente a España el 20 de mayo de 1918, cuando el diario El Sol informaba en sus páginas sobre la incidencia del extraño bichito. Solo en la primera semana se contabilizaron unos 30.000 casos, que se elevarían a 250.000 para principios de junio, debido sobre todo a la celebración de verbenas y fiestas populares, como las de San Isidro en Madrid. A pesar de todo, la ciudadanía se tomó la enfermedad con indiferencia, dedicándole chascarrillos y canciones de la zarzuela. Y tal como había llegado, para finales de verano parecía haber desparecido.
Pero no fue así: la gripe española,
rebrotó con fuerza al iniciarse el otoño. Y hubo dos focos principales, según explica el historiador José Luis Betrán en su obra Historia de las epidemias (La Esfera de los Libros): otra vez las fiestas patronales —en Becedas (Ávila), por ejemplo, se registraron 800 casos unos días después de las celebraciones, que los vecinos identificaron con un supuesto envenenamiento de la sangre del toro sacrificado en la lidia— y el relevo militar: uno de cada nueve soldados enfermó, y murió uno de cada treinta. Estos diseminaron el bichito por todo el país.
"El rebrote gripal esta vez no fue sólo en las regiones del centro peninsular sino también en las del Levante, que habían permanecido indemnes durante la primavera", escribe el historiador. "Fue entre septiembre y noviembre cuando más muertes causó. El ferrocarril parece haber sido de nuevo la pieza clave en su entrada desde Francia, al traer de regreso a nuestro país al medio millón de españoles que habían ido a la vendimia francesa y los miles de portugueses repatriados al acabar la guerra".
Pero no fue un caso exclusivo de España: la segunda ola arrancó en EEUU en septiembre de 1918 en otro campo de entrenamiento del Ejército, esta vez a las afueras de Boston. Esta arremetida fue devastadora y llegó a su punto máximo en el mes de octubre: en sus 31 días se contabilizaron más de 100.000 muertos.
En algunas ciudades como Pittsburgh, la mortalidad se disparó al levantar las medidas de confinamiento, como el cierre de las escuelas o la prohibición de las reuniones públicas, antes de que lo recomendasen las autoridades del país.
La segunda ola de la gripe española fue más letal que la primera: así sucedería con el el bichito-19
Falta visión de conjunto, ahora mismo el imaginario es volver a la normalidad, pero ya nada volver a ser normal. Me explico; el el bichito ha sido un seísmo que ha sacudido un edificio que ya presentaba muchas deficiencias. Sí se conserva en pie será de milagro, pero no lo hará de forma íntegra. Ahora mismo tenemos varios frentes abiertos y ninguno inocuo;
Pandémico; el resto del mundo nos arroja datos que hacen pensar que el bichito conserva sus cualidades iniciales y estamos lejos de verle el fin. Por otro lado las actitudes y las medicas no corresponden con la amenza.
Económico; nos enfrentamos probablemente a la crisis más difícil que han vivido las generaciones vivas. Nuestra forma de vida exige un aumento de ingresos para hacer frente a la demanda de servicios públicos mientras que el endeudamientos y el déficit lo harán imposible de forma efectiva. Bajada de ingresos públicos , aumento espectacular del paro, reducción del margen de endeudamiento...Seguro que queda clara la idea.
Politico; tenemos un parlamentario profundamente fraccionado, sumado a los nacionalismos, sumado a un sistema electoral que no es representativo, sumado a unos actores pusilánimes muy diferentes de los que pario el siglo XX cuando la nación enfrentaba una amenza. Ahora conceptos como nación, fronteras, soberanía, defensa, seguridad y orden son conceptos en disputa fruto del relativismo cultural más espurio. No hay consenso ni proyecto, ni lo habrá. No hay lideres ni se le esperan por lo que vamos al siguiente punto.
Social: la polarización de la sociedad entorno a movimientos que no comprende, neomarximos, globalistas, liberales conservadores...La afinidad viene definida por la emoción y no por la razón. Muchas personas se verán abocadas a la miseria, bien por un Estado que no alcanza, bien por la quiebra de pequeña negocios que es de lo que se nutre el tejido español. Sacamos a la grandes que se mantienen a golpe de BOE y a las muy grandes que van por libre, se cuentan con los dedos de una mano y las torpedean cada vez que tienen ocasión, y sino la inventan.
Este pequeño análisis sirve para el caso español, pero viendo el entorno europeo, podemos sacar varias predicciones;
Revueltas sociales, revoluciones en el caso de Inglaterra o Francia (nada descartables), quiebra en bloque de negocios, reducción drástica del estado de bienestar, aumento de la delincuencia, caída de la renta per capita y aumento de la radicalización. Em bichito por su lado, con está planificación y esté contexto acabará haciendo lo que tenga que hacer tarde o temprano.
Todo esto dependerá de cuánto dure la esa época en el 2020 de la que yo le hablo, la virulencia con que golpee el bichito, la coordinación de los países del euro y la responsabilidad de nuestros políticos. A lo que al menos a mi, me lleva a ponerme en lo peor. Será en octubre cuando empecemos la fiesta.