Hombre, reconozco mi subjetividad en lo referente a la birra. Mi experiencia ha sido en buen ambiente teutón, de rubias orondas que siempre han sido mi debilidad. Mi señora es alsaciana de progenitora alemana y me ha servido de cuña muy eficiente. Respecto a "arrogancia", la sufrí duro en mis primeros años parisinos, a manos de esos lutecios que ya sabes como se las gastan, y más a finales de los setenta, cuando un español en La rue de Rivoli estaba en el mismo escalón que un jovenlandéscco y por debajo de un neցro de la Martinica. ¿Que joroban a todo dios si les llega el caso? Hay, amigo, y quién de los ricos no hace eso. Pregúntele a los españoles que en décadas pasadas acudían/mos a la vendimia en la Charente... guano éramos para las señoritas y señoritos de Cognac