Dándole vueltas, tengo claro que hay un porcentaje "X" de la población que sigue sin entender la seriedad del bichito porque no le han visto las orejas al lobo. Ya pasaba antes con todos aquellos que por aventura o por falta de sentido común, se jugaba la vida de la forma más absurda.
Ahora ocurre un poco igual. Gente que se conciencia "a su manera" porque los enfermos graves o los muertos le quedan lejos. Sí, en mayor o menor medida todos conocemos a alguien afectado, pero muchos menos son los que tienen un fallecido directo o en estado grave.
Supongo que aquellos que han perdido a un ser querido por esta enfermedad tendrán un punto de vista diferente sobre relajar las medidas el lunes y seguir sin realizar tests masivos a la población.
Hoy se me ha ocurrido ver las noticias y los titulares no cambian. Por un lado te dan las cifras oficiales, y por otro lado te hablan de que la cosa tiene buena pinta. Y si hoy ha habido más muertos que ayer, entonces dicen que esperan que haya sido solo una acumulación estadística y que mañana ya bajen. Parece la eterna promesa de que mañana va a mejorar todo porque tal o cual número hoy alberga una esperanza.
Los medios no han aprendido nada, ni de objetividad ni de tener un mínimo de sentido crítico. A los políticos por desgracia no tienen ni una ni otra cosa, pero me resulta increíble que la mayoría de medios tampoco.
Sigue sin entrar en la cabeza que tenemos por delante 18 meses muy dolidos. Sólo recordar que llevamos menos de 2 meses desde que se detectaron los primeros casos aislados en España. 2 meses. Imaginemos qué puede ocurrir en 18 meses más y veremos cuántos están dispuestos a que un día, una de esas cifras de fallecidos sea la de su padre, progenitora, hermano, esposo, mujer... o hijo.
Ya prácticamente nadie dice a la ligera y sin miedo aquello de "esto no es más que una gripe" como en su día nos bombardeaban.
