Pacoanécdota en forma de monográfico:
Mi hija mayor pasa el jueves y el viernes algo pachucha, menos enérgica de lo que es habitual en ella. Le pongo termómetro por si acaso y marca 37. Al ser las muestras de temperatura en hora nocturna y al haber pasado el día entero al sol lo tomo como un dato normal-dudoso.
Parte 1
El sábado se levanta con 37,5 y dolor de barriga. Me la llevo al Hospital de Nens. Esta es la crónica de la primera visita:
-Bastante lleno para ser un sábado a las 10 de la mañana, mi hija y yo con mascarilla ffp2, somos los raros: mayoría de quirúrgicas y los niños o tela o a pelito los menores de 5.
-Nos hacen el triaje superrápido, la fiebre le ha bajado a 37 (mi hija en condiciones normales suele estar entre 35,9 y 36,2). Sin embargo la visita con el médico se demora un huevo. La sala de espera se empieza a llenar peligrosamente. Observo neuróticamente cuantos de los niños pueden ser sospechosos de el bichito. Es dificil de estimar. Como desde la puerta de la calle se ve la pantalla donde sale el número para visitas, nos vamos fuera para evitar emponzoñamientos sobrevenidos.
-La visita el médico. Palpa abdomen para descartar apendicitis, mira oidos, garganta y respiración, nos pregunta si hemos tenido contactos con algún positivo.
-Diagnóstico: bichito estomacal, nos dice que hay una pasa tremenda, que si no le sube la fiebre de 38 no le demos nada y nos receta probióticos cinco gotas al día durante una semana. Yo había fantaseado con que nos llevaríamos la perforación nasal tanto ella como yo pero nada, no consideran necesario hacer test.
Parte 2
Como mi hija dice encontrarse mejor y el médico nos ha dicho que no es nada, nos vamos a la montaña. Por la tarde mi hija empieza a tener mucho frío, incluso puesta cara al sol. Volvemos corriendo para casa. Le tomamos temperatura. 40,2 grados. La verdad es que nos acojonamos un poco. Son las diez de la noche, le chutamos ibuprofeno y le ponemos un paño húmedo en la cabeza.
-Paso la noche despierto, vigilándole la temperatura, lo más que le baja es a 39,5. Pasadas 4 horas le damos el temido apiretal, que acaba como siempre, vomitado. me siento amigablemente en el WC mientras pienso en la madre del que pergueñó el sabor del puñetero apiretal, muchos padres me comprenderéis. Me veo hasta el Suns-Bucks en directo para hacer tiempo para el siguiente chute de ibuprofeno sabor fresa, mejor tolerado. Se lo chuto a las 5. A las 8 sigue con 40,2 de fiebre. Nos acojonamos un poco, siempre había respondido bien a los antipiréticos.
-En plan hipocondriaco máximo me temo que la hayan cagado en el diagnóstico y sea apendicitis, tampoco descarto que sea EL BICHO. Por otro lado deseo que el primer diagnóstico, bichito estomacal, sea certero.
-LLegamos al hospital de nens. Solo hay dos personas delante nuestro, triaje rápido, como siempre, 39 de fiebre, le ponen un supositorio de febrectal. Esta vez sí me imagino que nos haran antígenos a toda la familia para descartar, de hecho la enfermera de triaje nos dice que es lo más probable.
-Empiezan a llegar más niños como si no hubiese un mañana, con sus mascaras de tela y tal. Al cabo de media hora la sala de urgencias está aún más llena que el día anterior.
-La visitan. Vuelven a descartar tema apendicitis. Nos dice la doctora que insiste en el diagnóstico. bichito estomacal, que van desbordados de gastroenteritis agudas, que estan habiendo decenas de reconsultas por lo mismo, que esperemos una evolución de 7 días y que nos relajemos. Nos pregunta si hemos tenido contactos con positivos. Le decimos que no. No nos hacen prueba de antígenos.
Parte 3
Hoy ya está casi bien, tiene algúnas décimas pero se encuentra mucho más animada. Parece ser que el diagnóstico ha sido (afortunadamente) el correcto.
Conclusiones
-Siguen existiendo otras enfermedades más allá del BICHO
-El tópico de que hacen PCR o antígenos a cualquiera y que con eso hinchan positvos es, evidentemente mentira, como tantas otras amigables magufadas.
-No obstante y ante la que está cayendo, reconozco que me sorprende que no nos lo hiciesen en ninguna de las dos visitas.
-Domingo mañana, decenas de niños y una ÚNICA doctora en urgencias, que nos confesó que estaba a punto de cortarse las venas (no fuimos a San Joan de Déu u otros hospitales públicos porque las esperas son diez veces más delirantes)
-Esto de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo es una hez. Estamos muchos más histéricos de la cuenta y es muy estresante vivir pendiente de si tu o los tuyos sóis bombas víricas contagiosas.
-Por si sirve tened en cuenta el dato epidemiológico: plaga de gastroenterítis agudas víricas por el area de Warcelona y alrededores.
Y no queda otra que seguir citando al sabio: cuidado pues.
Saludos