Vaya ostión de realidad, al guano directos
La desintegración de España (II).
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Hace casi un año, escribí este post.
La desintegración de España
Cuesta escribir sobre algo que te afecta directamente, pero es necesario dejar claro que la desintegración de España es un hecho o está a punto de serlo.
Normalmente la mayoría de los ciudadanos transita por la vida sin preocuparse de como le va al país en el que vive. Bastante tienen con ocuparse de sus propios problemas como para pensar en los de toda la sociedad.
Pero la acumulación de problemas no resueltos es de tal calibre, que en algún momento, presente o futuro muy cercano, nos va a afectar a todos.
Para mantener el estado del bienestar que llevamos disfrutando muchos años, es imprescindible unas cuentas públicas saneadas, una organización territorial adecuada, una política económica solvente y una estructura estatal convenientemente adaptada al estado de las autonomías para evitar duplicidades y reducir los gastos, mientras mejoramos la eficiencia del sistema.
¿Y que tenemos?.
Deuda excesiva con un crecimiento sin límites y en unos extremos abiertamente impagables.
Déficit público crónico, que incluso en los mejores tiempos (crecimientos durante años por encima del 3%) supone 30.000 o 40.000 millones de euros de pérdidas entre ingresos y gastos.
Un sistema de pensiones insostenible, donde la pirámide de la población se ha invertido y cada vez hay menos cotizantes y más pensionistas. Los políticos nunca se pondrán de acuerdo en transformar el sistema porque cuesta votos y en esta pensiocracia, nadie quiere dilapidar el poder obtenido tras los votos de los mayores.
Una educación y sanidad entre las mejores del mundo. Bueno esa es la publicidad. Luego el informe Pisa y el tratamiento del cobi19 nos devuelven a la realidad y tenemos lo que tenemos. Eso si, gratuito.
El estado de las autonomías se creó con una buena intención. Dar a las comunidades históricas una gestión descentralizada atendiendo a las reivindicaciones históricas. El resto de autonomías tendría el objetivo de descentralizar la gestión estatal para llevar cerca del ciudadano la resolución de sus problemas sin pasar por la burocracia madrileña.
De la idea inicial se ha pasado a un estado autonómico hipercolosal, retiro de políticos, nido de corrupción, gasto desorbitado mantenido en el tiempo y un aumento interminable de la burocracia, donde existen 17 legislaciones distintas, que imposibilitan la inversión extranjera o nacional que pretenda implantarse en todo el territorio.
En medio de este desbarajuste acaba de llegar una plaga bíblica que ha destrozado las débiles cuentas públicas. El cobi19. Si en 2008, la construcción, como sector director, resultó dañado permanentemente, en 2020, el turismo, responsable directo e indirecto del 15 del PIB, ha muerto.
Ejemplo en Julio, después de la desescalada.
La industria del automóvil, otro pilar básico también ha sufrido una fuerte caída.
Solo nos queda la agricultura para sobrevivir. Locales comerciales, autónomos están en peligro de extinción.
La situación es dantesca y solo sobrevivimos de momento, gracias a la financiación del BCE. Pero este sistema tiene efectos colaterales, que afectan sobre todo al sector bancario. Los bancos no pueden sobrevivir en medio de una política de tipos cero o negativos, con márgenes muy ajustados . Si encima añadimos la crisis originada por el cobi19, nos encontramos con un sector reticente a prestar, con una jovenlandesesidad por las nubes y con unas filiales como México o Turquía en peligro de quiebra.
El sector asegurador también sufre, sobre todo porque es incapaz de rentabilizar sus fondos, al tener una deuda pública y privada, con tipos cercanos a cero, que no proporcionan margen de rentabilidad.
Las cuentas públicas están destrozadas. Si lo pensamos detenidamente, unos pocos mantienen al resto de la población. Pensionistas, funcionarios, parados, ertes, e ingreso mínimo vital, más las transferencias a las autonomías dependen de unos pocos millones de trabajadores. Es evidente que esta situación , artificialmente camuflada con los apoyos del BCE, es insostenible, pero no se ve como se puede cambiar.
Si depositamos nuestra esperanza en una banderilla, podemos vernos defraudados si esta no llega o no es efectiva.
La situación es muy urgente. Es imprescindible un acuerdo nacional para cambiar el rumbo.
La solución es fácil. Reducir gastos innecesarios, eliminar la corrupción, racionalizar las pensiones, eliminar la burocracia, facilitar la inversión y cambiar de una vez por todas la estructura del PIB. Es necesario invertir en I+D, potenciar la industria, crear nuevas áreas de producción a la manera coreana. Es cierto que lleva tiempo cambiar, pero empezar por un ajuste presupuestario, donde los gastos no superen los ingresos es la primera medida que debe tomar el gobierno. Y no se debe ajustar subiendo los impuestos, sino reduciendo los gastos.
Toda esa superestructura de cargos políticos debe desaparecer. La cultura de partido, donde los favores se pagan( bien con cargos públicos, bien con puertas giratorias), es imprescindible acabar con ella.
Sería muy duro, pero al menos comenzaríamos a ir por la buena dirección.
Y ahora seamos realistas, estas medidas no van a suceder y el camino a la desintegración (salida de la Unión Europea, explosión social, quiebra empresarial, crash en la banca, paro histórico, hundimiento de los autónomos hasta niveles insospechados y quiebra masiva del estado) está libre.
* * * *
Me equivoqué.
La solución nunca es fácil, incluso sabiendo lo que hay que hacer.
Un año después, no solo no se ha hecho nada, sino que estamos peor. Si la deuda PIB era del 99% en el primer trimestre de 2020, estamos en el 125% en el primer trimestre de 2021.
Si el turismo estaba muerto en 2020, continua muerto en 2021 y con visos de no resucitar en el futuro.
Si la fabricación de coches iba mal en el 2020, ha empeorado en el 2021, como consecuencia de la escasez de chips y la ruptura de las cadenas de suministro, que iba a ser cosa de pocos meses.
Si la inflación no existía en 2020, ahora presiona con fuerza, obligando a los BC a revisar sus objetivos de limitar al 2% la inflación.
Si las materias primas estaban baratas, ahora el petróleo se ha disparado, el cobre no lo encuentran y los alimentos han protagonizado una fuerte subida.
Si el estado del bienestar era insostenible en 2020, en 2021 no ha mejorado en nada, su sostenibilidad.
La situación no ha mejorado por lo tanto, y es mejor pasar a las perspectivas.
Por un lado vamos a recibir una ayuda de más de 140.000 millones de euros de la Unión Europea, que ni siquiera llega a la cantidad de deuda que hemos incurrido en doce meses.
Vamos a invertir en transición energética, digitalización, electrificación e igualdad, para "modernizar" España.
La transición consiste en crear fuentes renovables intermitentes, que necesitan respaldo, con lo que tendremos un sistema mixto de generación energética. Por contra, aquellos que dispongan de una buena cartera, se podrán comprar su flamante coche eléctrico. Para evitar el cambio climático, los que no tengan suficiente ahorrado, ni obtengan financiación del banco, el gobierno prepara la prohibición de manejar ese horrible coche que se mueve con gasolina o diésel. De aperitivo, antes de prohibirlo, subirán los impuestos notablemente, para que vayamos preparándonos a ir a pie o en bicicleta, que hay que mirar por la salud de los españoles.
La digitalización se centra en crear una moneda electrónica que sustituya al dinero de papel y aprovechar este momento para reestructurar toda la cadena de pagos y transacciones, con el objetivo de fiscalizar el movimiento del dinero neցro y controlar las actividades mafiosas, mientras se facilitan las transacciones dinerarias e incluso se centraliza el pago de una futura renta básica, a través del banco central. Todas las empresas tendrán que adaptarse a la nueva normativa y acelerar la transformación a medios digitales. Este movimiento se integrará en la futura cuarta revolución industrial.
La igualdad y el feminismo es la seña de identidad de nuestro gobierno. Aquí me quería detener un poco, porque como un péndulo, hemos ido de un extremo a otro..
La violencia de género es una lacra y nadie debe aprovecharse de su superioridad física para intimidar, agredir o ponerse en posición superior en cualquier situación. Esto lo entendemos todos. Pero que la composición del gobierno tenga que ser mayoritariamente femenina, no tiene mucho sentido. Uno entiende que al frente de un ministerio que va a intentar mejorar la calidad de vida de los españoles, hay que situar a los mejores de cada rama y formar los mejores equipos, para obtener un buen rendimiento a los presupuestos.
Si los gobiernos de todos los colores ya han pervertido este mandato, en una suerte de reparto de favores a los correspondientes amigos de cada partido, ahora hemos dado una vuelta de tuerca y deben ser casi todo mujeres.
¿De verdad España necesita imperiosamente que sean mujeres las responsables de llevar los ministerios encargados de gestionar la mejora de la actividad económica, dada la desgraciada situación de nuestro país?. ¿No sería más apropiado, elegir a los mejores sean hombres o mujeres, sin distinción de raza, sesso, religión?.
Si en una situación desesperada elegimos los ministros en función del sesso, significa que los réditos electorales están por encima del bienestar del pueblo y por lo tanto, este gobierno (insisto en no distinguir tonalidad político) no merece obtener la confianza de los españoles. Si la concesión de carteras era privilegio del partido de turno, donde se elegía al titular del cargo en función de sus méritos, entre los cuales figuraba de forma predominante, la cercanía a un partido o unos colores, ahora hemos reducido las posibilidades un 50%, al ser necesariamente mujeres, las destinatarias de esa elección. El nepotismo ha pasado a ser "nepotisma".
La desintegración de España prosigue su curso de aceleración con medidas de todo tipo, incluyendo utilizar indultos (sin entrar en la justicia o injusticia de la encarcelación), para conseguir apoyos presupuestarios de aquellos que quieren independizarse de España.
Si bien la idea de los independentistas ( a quienes no critico, porque siempre han sido claros en sus intenciones e ideales) es apoyar al gobierno para conseguir sus fines de forma pacifica (referéndum de independencia) y no necesita mayores explicaciones, la idea del gobierno roza la incongruencia, al recabar apoyos de aquellos que pretenden romper España. O van a engañar al pueblo español, al celebrar un referéndum que siempre han negado o van a engañar a los representantes catalanes si aquel no se celebra.
Al año que viene veremos si proseguimos con la deriva actual, hemos entrado en una crisis definitiva o con una pizca de suerte, las cosas han mejorado para todos los españoles.
Saludos.
PD. Además de una estrategia electoral, ni siquiera podemos descartar que se trate de una cortina de humo (como tantas otras), que nos ponen delante de los ojos, para desviar la atención de los problemas importantes.
Cuando lo que importa es el gran reset (no olvidemos la ley de la reforma de la seguridad ciudadana y lo que se deriva de ella) como "solución" a la gran crisis, el feminismo, los indultos y las restricciones asociadas al cobi19, son excelentes distracciones. De momento tienen el beneficio de la duda.