La vieja ley es un ardor de estomago al que le han ido amputando y añadiendo cosas, haciendo que en pleno burbujazo no bajásemos del 8% de paro ni a tiros, que es un paro que otros países lo alcanzan en lo peor de una crisis. Y esa vieja legislación ha ido acumulando en cada crisis más de un 20% de parados por mucho que le fuesen amputando y añadiendo pegotes. Solamente en un país como España podemos permanecer empeñados en remendar una y otra vez una ley que, se mire por donde se mire, hace aguas hasta en el papel en el que está escrita. Es la tercera vez en 30 años que nos colocamos por encima del 20% de paro y con cientos de miles de millones de euros fluyendo sobre el país no ha sido capaz de bajar el nivel de desempleo del 8%.
Si esas leyes y sus reformas, con esas cifras, te parece que eran sensatas y que no son, en sí mismas, su conjunto y su totalidad, un desastre...pues eso, que por eso habrás hecho huelga. Pero yo rasgaría esa ley y empezaría a hacer una nueva desde cero y pensada en su totalidad para el año 2012 y el mundo de 2012.
Y sobre la negociación. No se trata de negociar para entrar a trabajar, algo que mientras existan convenios colectivos no va a afectar más que a personal muy cualificado, al resto le ofrecerán el convenio y a tragar. Se trata de tener mayor margen para negociar, porque el convenio es un suelo...pero también puede ser un techo...y puede degenerar en despidos. ¿Y adivina a quién despiden cuando no se puede o no se quiere bajar el sueldo a la plantilla el 10% en plena crisis?...exacto, al chaval con contrato de 6 meses. ¿De qué le ha servido el convenio?...pues para ir al paro.
Y te vuelvo a repetir, a veces me ha beneficiado que haya convenio y a veces me ha perjudicado. Así que no tengo postura, porque cualquiera de las dos cosas, que haya o que no haya convenios colectivos o que sean más flexibles, es absolutamente inútil en una legislación inútil. Es como exigir que haya camas más cómodas en los camarotes de tercera de un barco que se hunde.
Y es que esta reforma, una más a una ley de hez, es otra hez, porque sigue sin arreglar nada de nada al dejarlo al albur de la buena voluntad del empresario de turno.
Es que siento en tus mensajes que, una de dos, o sospechas que me gusta la ley actual o me estás queriendo decir que la ley anterior era mejor. Cuando yo tiraría las dos a la basura en la misma pelota. Las dos me parecen malas y no pienso elegir entre la puñalada trapera y la cuchillada gorrinera. Y menos ir a una huelga para exigir la puñalada cuando me quieren dar la cuchillada.
