Como El Agua
Aprendiz
- Desde
- 7 Jul 2022
- Mensajes
- 304
- Reputación
- 4.305
Hombre dice parte de verdad..de esto no le quito ni un na comaEsta tía fuma Loctyte.
Yo creo que hay que hacer un diccionario ya, una App de traducción o algo en plan Otanistaní-Castellano, Castellano-Otanistaní. Por poner algunos ejemplos, ahí van estos.Es curiosa la semántica utilizada por los noticiarios y prensa palmera de los USA.
Lo que para los ucranianos es avanzar y conquistar para los rusos solo es presionar o empujar.
Lo esnifa. Y lo que le sobra lo usa como laca del pelo.Esta tía fuma Loctyte.
Me quedo a cuadros como esta tipa naturaliza las sanciones que son realmente ILEGALES, hasta normaliza que son el palo y la zanahoria contra los estados rebeldes, dejando claro que vivimos en un modelo colonial evolucionado.Tochazo va, pero me parece muy interesante, sobre todo porque viene de un think tank tan rusófobo como los del Foreign Policy.
Ver archivo adjunto 1676002
(Me salto la intro por aligerar aunque es interesante )
Las consecuencias no deseadas de la incautación de activos rusos
Usar dinero ruso para la reconstrucción de Ucrania parece atractivo pero tiene implicaciones importantes.
Desde la invasión rusa de Ucrania, los expertos han estado reflexionando sobre si los gobiernos occidentales deberían apoderarse de la parte de las reservas del banco central ruso depositadas en Occidente. Estos activos, valorados en unos 300.000 millones de dólares, ya están congelados (o “inmovilizados” en la jerga legal). El debate gira en torno a apoderarse de estos bienes (al igual que esos barcos extranjeros) y transferirlos a Ucrania para financiar el esfuerzo bélico o la reconstrucción de Kiev. Como muchos debates sobre Rusia, la discusión está polarizada, con dos bandos que presentan puntos de vista aparentemente irreconciliables. Por un lado, quienes defienden la confiscación de los activos estatales de Rusia explican que los argumentos morales para hacerlo son sólidos. Por otro lado, muchos expertos jurídicos tienen serias reservas sobre la legalidad de tal curso de acción. Pero centrarse en estos argumentos morales y legales eclipsa el panorama más amplio: apoderarse de las reservas del banco central ruso conlleva implicaciones económicas, financieras y geopolíticas que deben tenerse en cuenta para llegar a una decisión equilibrada sobre este delicado debate.
1. Las definiciones importan: apoderarse de las reservas del banco central de Rusia no sería una sanción. Las sanciones son políticas temporales que infligen dolor económico con el fin de provocar un cambio en el comportamiento de su objetivo. Las sanciones son a la vez palos y zanahorias, y deben levantarse si tienen éxito. En particular, las sanciones a Moscú buscan degradar la capacidad de Rusia para hacer la guerra, por ejemplo frenando los ingresos del país por las exportaciones de hidrocarburos. Como tal, confiscar los activos de Rusia no cumple con la definición de sanción. Sería una medida permanente y punitiva que no afectaría directamente al presupuesto de Moscú. Las reservas de los bancos centrales sirven para apuntalar las monedas, no para tapar los déficits fiscales.
2. Confiscar los activos de Moscú no supondría una gran diferencia financiera para el Kremlin. Las tenencias del banco central de Rusia ya están congeladas, y prácticamente no hay posibilidad de que el Kremlin pueda recuperar el acceso a ellas mientras la guerra continúe. Si las reservas rusas no se transfieren a Ucrania durante el curso de la guerra, existe una alta probabilidad de que estos activos formen parte de las reparaciones que Moscú tendrá que pagar eventualmente como parte de un acuerdo de paz con Kiev. Esto explica por qué algunos responsables de la formulación de políticas ( en particular, el ex secretario del Tesoro de Estados Unidos, Larry Summers, y el ex jefe de la Organización Mundial del Comercio, Robert Zoellick), sostienen que tiene sentido transferir los activos ahora, como depósito contra futuras reparaciones.
3. Es poco probable que la confiscación de los activos de Rusia impulse los esfuerzos globales de desdolarización. Un argumento clave para quienes se oponen a apoderarse de las reservas de Rusia es que tal medida acelerará los intentos de las economías emergentes de alejarse de las monedas occidentales (una medida también conocida como desdolarización). Esto es sólo parcialmente convincente: la desdolarización es una tendencia estructural de largo plazo que antecede a las sanciones a Rusia. Los datos tanto del Banco Central Europeo como de la Reserva Federal de Estados Unidos muestran que los esfuerzos globales de desdolarización no se han acelerado significativamente desde la invasión rusa de Ucrania, tanto en lo que respecta a las monedas utilizadas para el comercio (dominan el dólar y el euro) como en las compras extranjeras de divisas estadounidenses (son generalmente estables).
4. La transferencia de las reservas de Rusia requeriría la cooperación de Euroclear. Las reservas inmovilizadas de Rusia se componen principalmente de bonos gubernamentales europeos mantenidos en formato electrónico. Tres cuartas partes de estos activos están en manos de Euroclear, una empresa belga que actúa como depositario confiable de valores globales. Euroclear y otras tres empresas occidentales (Clearstream en Luxemburgo, DTCC en Estados Unidos y Jasdec en Japón) dominan el mercado global de dichos servicios, que son el núcleo de la infraestructura del mercado financiero global. En la práctica, transferir las reservas de Rusia a Ucrania requeriría la colaboración de Euroclear.
5. Utilizar canales financieros occidentales como Euroclear como armas alimenta la fragmentación financiera. En 2012, Estados Unidos y la Unión Europea aislaron a Irán de Swift, la cooperativa con sede en Bélgica que conecta bancos de todo el mundo. Este fue un punto de inflexión para muchos estados rebeldes, que comenzaron a diseñar mecanismos financieros alternativos que fueran a prueba de sanciones. Si Euroclear facilitara la incautación de las reservas rusas, las economías emergentes podrían tomar nota de que, al igual que Swift, los depositarios de valores occidentales se han vuelto poco confiables. Las alternativas no occidentales a Euroclear, como el Depositario y Compensación de Valores de China , podrían volverse más atractivas para las economías no pertenecientes al G7, alimentando la fragmentación financiera.
6. La fragmentación financiera socava la eficacia a largo plazo de las sanciones. El riesgo de erosionar aún más la confianza en los canales financieros occidentales explica por qué Estados Unidos no quiere actuar solo cuando se trata de apoderarse de las reservas de Rusia: Washington preferiría repartir el potencial retroceso que tal paso implicaría entre aliados con ideas afines. . El panorama más amplio es que la fragmentación financiera tiene enormes consecuencias. Con el tiempo, el aumento de mecanismos financieros alternativos corre el riesgo de hacer que las sanciones occidentales sean ineficaces . También haría más difícil para los servicios de seguridad occidentales rastrear las transacciones financieras de grupos involucrados, por ejemplo, en el terrorismo o la proliferación nuclear.
7. Obtener las reservas de Rusia podría ser un arma de doble filo para Kiev. Recibir 300.000 millones de dólares (una cantidad que aproximadamente duplica el PIB actual de Ucrania) obviamente ayudaría a Kiev a financiar su esfuerzo bélico. Sin embargo, hay otros dos factores a largo plazo a considerar. En primer lugar, a los políticos estadounidenses que abogan por poner fin al apoyo financiero a Ucrania probablemente les resultaría más fácil exponer sus puntos de vista si pudieran explicar que Kiev acaba de recibir una enorme cantidad de dinero. En segundo lugar, recibir y posiblemente gastar las reservas ahora privaría a Kiev de la opción de utilizar estos activos como moneda de cambio en las negociaciones de paz.
8. Apoderarse de las reservas de Rusia corre el riesgo de alimentar el resentimiento contra los Estados occidentales. Fuera de los países occidentales, la opinión dominante es que la guerra en Ucrania debería terminar lo antes posible, incluso si eso significa que Kiev ceda parte de su territorio, una opinión que se deriva en parte de los exitosos esfuerzos de desinformación de Rusia en Estados no occidentales, especialmente en África. Sin embargo, esta visión también refleja un creciente resentimiento contra los países occidentales. El debate sobre las reservas de Rusia es seguido de cerca en todo el mundo y podría alimentar esta tendencia, ya que los responsables políticos de muchas economías emergentes expresan serias reservas sobre la incautación de estos activos.
9. La confiscación de los activos de Rusia podría alimentar la percepción de un doble rasero. Las intensas controversias que han surgido en torno a la legalidad de apoderarse de las reservas de Rusia muestran que tal medida está lejos de ser sencilla según el derecho internacional. Cualesquiera que sean sus resultados, estas luchas alimentan la creciente percepción de que los estados occidentales están felices de modificar el orden basado en reglas si se adapta a sus prioridades, por ejemplo, creando nueva legislación hecha a medida para apoderarse de las reservas de Rusia, como ya lo ha hecho Canadá. Para estos críticos, esto refuerza el sentimiento de que Occidente está aplicando un doble rasero en Ucrania, reaccionando mucho más fuertemente a la guerra en su puerta que a las guerras en otros lugares.
10. Confiscar las reservas de Moscú podría sentar un precedente que Beijing u otros podrían utilizar. Los países occidentales están en el lado correcto del argumento moral para apoyar a Kiev, sin mencionar que una victoria rusa sería una catástrofe para quienes apoyan los valores liberales occidentales. Sin embargo, no hay razón para creer que en el futuro China, India u otras economías emergentes no asumirán que también están en el lado correcto de cualquier conflicto que pueda surgir entre ellos y los Estados occidentales (por ejemplo, en torno a Taiwán). Si las democracias occidentales ya han sentado un precedente al apoderarse de los activos de Rusia, ¿cómo lograrán estos Estados convencer a alguien de que China o India no tienen derecho a confiscar propiedades occidentales si así lo desean?
¿Sería tan intenso el debate sobre las reservas de Rusia si la cantidad en juego fuera menor? Probablemente sea el enorme número lo que hace que una convulsión sea tan tentadora. Sin embargo, confiscar las reservas de divisas del banco central ruso tendría enormes consecuencias económicas, financieras y geopolíticas no deseadas. Quizás los argumentos morales a favor de confiscar estos activos superen las consecuencias. Sin embargo, reconocer estos impactos es el primer paso para llegar a una conclusión equilibrada en este espinoso debate.
Me gusta, pero ese tren ya zarpo.... ahora despues de sacar al oso no se le mete con chucherias. la otan al 91 y sino gusta, tranquilos que hay 155, hay tropas de sobra para enfrentarse a trans y feministas. y sino nukes... que hay pa todos.Se me ocurre que una posible solución alternativa sería un referéndum para proponer a la población de Ucrania, como alternativa a ceder parte del territorio a Rusia, su integración en dicho país recuperando las "fronteras" de 2013.
Es decir, Ucrania desaparecería como estado y se integraría como una "república" más de la Federación Rusa. Más vinculación con Rusia de hecho que en tiempos de la URSS. Donbass y Crimea serían regiones autónomas de dicha república ucraniana, naturalmente con cooficialidad total de lenguas.
Un referéndum auspiciado por la ONU donde el pueblo ucraniano optara por ese plan (que no olvidemos, ya votó por seguir junto a Rusia en el referéndum de la primavera de 1991, antes de que sus politicuchos se salieran con la suya a finales de ese año) sería una buena patada donde más le duele a la OTAN.
Es curioso como diferentes actores dentro del mundo del Occidente colectivo ahora hagan lo que deberían haber repetido una y otra vez hasta la saciedad, pero no lo hacían, usaban la primera persona como si ellos tuviesen la decisión, incluso las propuestas de paz de otros, no se quedaban al margen la rechazaban en primera persona.EEUU declaró que considera “inútil” que Ucrania inicie ahora negociaciones de paz con Rusia.
"La realidad es que no vemos señales de que Rusia esté dispuesta a entablar conversaciones de paz reales y sustantivas. El presidente pilinguin parece estar diciendo que esperará al menos un año o más antes de considerar poner fin a este conflicto", afirman desde Ucrania Por el lado contrario, tales negociaciones ya no tienen sentido. Esto no será un diálogo, sino un monólogo sobre la capitulación", afirmó el subsecretario de Estado estadounidense para Asuntos Europeos y Euroasiáticos, James O'Brien.
Sin embargo, EEUU no toma decisiones para Ucrania sin Kiev y no la convence para negociar, añadió.
ostra tenía dudas si la colocaban a algún ruso en disruptor viendo el plantel que había, sorprendente encima para bien. Al menos reconocen algo bueno.Ver archivo adjunto 1676056
Politico incluyó a la directora del Banco Central de la Federación de Rusia, Elvira Nabiullina, en su ranking anual de las personas más influyentes de Europa: se convirtió en la ganadora en la categoría "Disruptor" gracias a la estabilidad de la economía rusa.
Elvira Nabiullina fue incluida en la lista de las personas más influyentes de Europa: la economista hecha a sí misma es reconocida como la tecnócrata más fuerte que mantiene a la Federación de Rusia en funcionamiento. La revista comenta lo siguiente sobre el nombramiento: mientras Occidente intentaba expulsar a Rusia de los mercados financieros mundiales y cortarle el acceso al dinero y a la tecnología, Nabiullina logró defenderse del golpe, abrió los grifos del gasto y estabilizó la economía.
El FMI predijo recientemente que la economía rusa crecería un 2,2% este año, y en febrero el pronóstico era un mucho más modesto 0,7%. Politico llama a Nabiullina "el soldado de infantería leal de pilinguin" que mantendrá la economía en números personas de color, el sistema bancario saludable y las arcas del Kremlin llenas.
Por otra parte y sin venir a cuento, die Propaganda estadounidense no puede perder la ocasión para vincular de manera insultante la figura de Nabiullina con Albert Speer, ministro de Armamento y Producción Militar de Adolf Hitler.
La correa del amo de la rotativa está bien tensada.
Al margen de todo lo demás y es mucho además, este artículo tan sesudo, se olvida que el dinero de las reparaciones de guerra sería, en todo caso, para reparaciones de guerra, así que bajo esa óptica, lo único que cabría es dar un préstamo a Ucrania a cuenta de esas reparaciones y, si la cuestión es tan justa, se bastan las, las entidades privadas para avalar la medida.Tochazo va, pero me parece muy interesante, sobre todo porque viene de un think tank tan rusófobo como los del Foreign Policy.
Ver archivo adjunto 1676002
(Me salto la intro por aligerar aunque es interesante )
Las consecuencias no deseadas de la incautación de activos rusos
Usar dinero ruso para la reconstrucción de Ucrania parece atractivo pero tiene implicaciones importantes.
Desde la invasión rusa de Ucrania, los expertos han estado reflexionando sobre si los gobiernos occidentales deberían apoderarse de la parte de las reservas del banco central ruso depositadas en Occidente. Estos activos, valorados en unos 300.000 millones de dólares, ya están congelados (o “inmovilizados” en la jerga legal). El debate gira en torno a apoderarse de estos bienes (al igual que esos barcos extranjeros) y transferirlos a Ucrania para financiar el esfuerzo bélico o la reconstrucción de Kiev. Como muchos debates sobre Rusia, la discusión está polarizada, con dos bandos que presentan puntos de vista aparentemente irreconciliables. Por un lado, quienes defienden la confiscación de los activos estatales de Rusia explican que los argumentos morales para hacerlo son sólidos. Por otro lado, muchos expertos jurídicos tienen serias reservas sobre la legalidad de tal curso de acción. Pero centrarse en estos argumentos morales y legales eclipsa el panorama más amplio: apoderarse de las reservas del banco central ruso conlleva implicaciones económicas, financieras y geopolíticas que deben tenerse en cuenta para llegar a una decisión equilibrada sobre este delicado debate.
1. Las definiciones importan: apoderarse de las reservas del banco central de Rusia no sería una sanción. Las sanciones son políticas temporales que infligen dolor económico con el fin de provocar un cambio en el comportamiento de su objetivo. Las sanciones son a la vez palos y zanahorias, y deben levantarse si tienen éxito. En particular, las sanciones a Moscú buscan degradar la capacidad de Rusia para hacer la guerra, por ejemplo frenando los ingresos del país por las exportaciones de hidrocarburos. Como tal, confiscar los activos de Rusia no cumple con la definición de sanción. Sería una medida permanente y punitiva que no afectaría directamente al presupuesto de Moscú. Las reservas de los bancos centrales sirven para apuntalar las monedas, no para tapar los déficits fiscales.
2. Confiscar los activos de Moscú no supondría una gran diferencia financiera para el Kremlin. Las tenencias del banco central de Rusia ya están congeladas, y prácticamente no hay posibilidad de que el Kremlin pueda recuperar el acceso a ellas mientras la guerra continúe. Si las reservas rusas no se transfieren a Ucrania durante el curso de la guerra, existe una alta probabilidad de que estos activos formen parte de las reparaciones que Moscú tendrá que pagar eventualmente como parte de un acuerdo de paz con Kiev. Esto explica por qué algunos responsables de la formulación de políticas ( en particular, el ex secretario del Tesoro de Estados Unidos, Larry Summers, y el ex jefe de la Organización Mundial del Comercio, Robert Zoellick), sostienen que tiene sentido transferir los activos ahora, como depósito contra futuras reparaciones.
3. Es poco probable que la confiscación de los activos de Rusia impulse los esfuerzos globales de desdolarización. Un argumento clave para quienes se oponen a apoderarse de las reservas de Rusia es que tal medida acelerará los intentos de las economías emergentes de alejarse de las monedas occidentales (una medida también conocida como desdolarización). Esto es sólo parcialmente convincente: la desdolarización es una tendencia estructural de largo plazo que antecede a las sanciones a Rusia. Los datos tanto del Banco Central Europeo como de la Reserva Federal de Estados Unidos muestran que los esfuerzos globales de desdolarización no se han acelerado significativamente desde la invasión rusa de Ucrania, tanto en lo que respecta a las monedas utilizadas para el comercio (dominan el dólar y el euro) como en las compras extranjeras de divisas estadounidenses (son generalmente estables).
4. La transferencia de las reservas de Rusia requeriría la cooperación de Euroclear. Las reservas inmovilizadas de Rusia se componen principalmente de bonos gubernamentales europeos mantenidos en formato electrónico. Tres cuartas partes de estos activos están en manos de Euroclear, una empresa belga que actúa como depositario confiable de valores globales. Euroclear y otras tres empresas occidentales (Clearstream en Luxemburgo, DTCC en Estados Unidos y Jasdec en Japón) dominan el mercado global de dichos servicios, que son el núcleo de la infraestructura del mercado financiero global. En la práctica, transferir las reservas de Rusia a Ucrania requeriría la colaboración de Euroclear.
5. Utilizar canales financieros occidentales como Euroclear como armas alimenta la fragmentación financiera. En 2012, Estados Unidos y la Unión Europea aislaron a Irán de Swift, la cooperativa con sede en Bélgica que conecta bancos de todo el mundo. Este fue un punto de inflexión para muchos estados rebeldes, que comenzaron a diseñar mecanismos financieros alternativos que fueran a prueba de sanciones. Si Euroclear facilitara la incautación de las reservas rusas, las economías emergentes podrían tomar nota de que, al igual que Swift, los depositarios de valores occidentales se han vuelto poco confiables. Las alternativas no occidentales a Euroclear, como el Depositario y Compensación de Valores de China , podrían volverse más atractivas para las economías no pertenecientes al G7, alimentando la fragmentación financiera.
6. La fragmentación financiera socava la eficacia a largo plazo de las sanciones. El riesgo de erosionar aún más la confianza en los canales financieros occidentales explica por qué Estados Unidos no quiere actuar solo cuando se trata de apoderarse de las reservas de Rusia: Washington preferiría repartir el potencial retroceso que tal paso implicaría entre aliados con ideas afines. . El panorama más amplio es que la fragmentación financiera tiene enormes consecuencias. Con el tiempo, el aumento de mecanismos financieros alternativos corre el riesgo de hacer que las sanciones occidentales sean ineficaces . También haría más difícil para los servicios de seguridad occidentales rastrear las transacciones financieras de grupos involucrados, por ejemplo, en el terrorismo o la proliferación nuclear.
7. Obtener las reservas de Rusia podría ser un arma de doble filo para Kiev. Recibir 300.000 millones de dólares (una cantidad que aproximadamente duplica el PIB actual de Ucrania) obviamente ayudaría a Kiev a financiar su esfuerzo bélico. Sin embargo, hay otros dos factores a largo plazo a considerar. En primer lugar, a los políticos estadounidenses que abogan por poner fin al apoyo financiero a Ucrania probablemente les resultaría más fácil exponer sus puntos de vista si pudieran explicar que Kiev acaba de recibir una enorme cantidad de dinero. En segundo lugar, recibir y posiblemente gastar las reservas ahora privaría a Kiev de la opción de utilizar estos activos como moneda de cambio en las negociaciones de paz.
8. Apoderarse de las reservas de Rusia corre el riesgo de alimentar el resentimiento contra los Estados occidentales. Fuera de los países occidentales, la opinión dominante es que la guerra en Ucrania debería terminar lo antes posible, incluso si eso significa que Kiev ceda parte de su territorio, una opinión que se deriva en parte de los exitosos esfuerzos de desinformación de Rusia en Estados no occidentales, especialmente en África. Sin embargo, esta visión también refleja un creciente resentimiento contra los países occidentales. El debate sobre las reservas de Rusia es seguido de cerca en todo el mundo y podría alimentar esta tendencia, ya que los responsables políticos de muchas economías emergentes expresan serias reservas sobre la incautación de estos activos.
9. La confiscación de los activos de Rusia podría alimentar la percepción de un doble rasero. Las intensas controversias que han surgido en torno a la legalidad de apoderarse de las reservas de Rusia muestran que tal medida está lejos de ser sencilla según el derecho internacional. Cualesquiera que sean sus resultados, estas luchas alimentan la creciente percepción de que los estados occidentales están felices de modificar el orden basado en reglas si se adapta a sus prioridades, por ejemplo, creando nueva legislación hecha a medida para apoderarse de las reservas de Rusia, como ya lo ha hecho Canadá. Para estos críticos, esto refuerza el sentimiento de que Occidente está aplicando un doble rasero en Ucrania, reaccionando mucho más fuertemente a la guerra en su puerta que a las guerras en otros lugares.
10. Confiscar las reservas de Moscú podría sentar un precedente que Beijing u otros podrían utilizar. Los países occidentales están en el lado correcto del argumento moral para apoyar a Kiev, sin mencionar que una victoria rusa sería una catástrofe para quienes apoyan los valores liberales occidentales. Sin embargo, no hay razón para creer que en el futuro China, India u otras economías emergentes no asumirán que también están en el lado correcto de cualquier conflicto que pueda surgir entre ellos y los Estados occidentales (por ejemplo, en torno a Taiwán). Si las democracias occidentales ya han sentado un precedente al apoderarse de los activos de Rusia, ¿cómo lograrán estos Estados convencer a alguien de que China o India no tienen derecho a confiscar propiedades occidentales si así lo desean?
¿Sería tan intenso el debate sobre las reservas de Rusia si la cantidad en juego fuera menor? Probablemente sea el enorme número lo que hace que una convulsión sea tan tentadora. Sin embargo, confiscar las reservas de divisas del banco central ruso tendría enormes consecuencias económicas, financieras y geopolíticas no deseadas. Quizás los argumentos morales a favor de confiscar estos activos superen las consecuencias. Sin embargo, reconocer estos impactos es el primer paso para llegar a una conclusión equilibrada en este espinoso debate.
Es gracioso que nombren la capitulación, cuando es precisamente lo que le piden a Rusia sin nombrarla.La palabra en negrita debería ser CAPITULACION, y ya la han nombrado.
Han seguido a pies juntillas la doctrina MEU.Han salido por patas, a pesar de la poca puntería ésta vez
Chino con tiempo libre
Imaginaros con fondos para hacerlo XXL y en vez de mosquitos sean f35?
Yo no soy médico pero el pobre abuelo me tiene pinta de no ser capaz ni de hacer un puzzle de nueve piezas de esos que te ponías a montar con los niños cuando tenían de 9 a 12 meses de edad.