El franquismo efectivamente hizo eso, pero en cuanto a los socialistas, es totalmente falso. De hecho es todo lo contrario. Boyer se cargó la prórroga forzosa indefinida en el RDL del 85 (por razones obvias conocido popularmente como el Decreto Boyer), y se liberalizó aún más en la LAU promulgada en 1994.
Boyer se limitó a llevar cierta racionalidad básica a la legislación disparatada de la Renta Antigua, pero lo hizo de forma muy suave y progresiva. Aún en 2019 hay 'viudas' que disfrutan de la renta antigua, por ejemplo pagan 16 euros al mes por un piso de 200 m2 en la Castellana y las rentas antiguas de los comercios caducaron hace pocos meses.
El problema es que un mercado racional, y una economía que funcione requieren un mínimo de honestidad por parte del Gobierno y en España nunca se da ese mínimo de honestidad por parte de ningún Gobierno.
Los nuevos Gobiernos de la 'democracia' (la actual dictadura) siguieron exprimiendo la Peseta hasta que los tipos de la Peseta llegaron al 20% y el Gobierno del inefable Felipe González solo pudo financiar su demencial despilfarro y corrupción emitiendo bonos denominados en dólares americanos. (La Peseta había sido ya destruida y de nada servía falsificarla)
De esta encrucijada y de la 'crisis' económica de entonces les salvó el que Alemania, a cambio de la reunificación de las Alemanias, regalase al resto de países europeos el privilegio de emitir deuda denominada en Marcos alemanes (hoy llamados Euros)
El problema de fondo, sin embargo, permaneció y se ha ido agravando en la actual dictadura con relación a la dictadura de Franco: despilfarro público demencial y déficits imposibles de financiar.
Y como la cabra tira al monte, los poderes han vuelto a encontrar en la vivienda una forma secreta de financiar ese despilfarro público. Como la gente pide préstamos por valor de 8, 10 o 12 años de sus ingresos, pueden pagar con ese préstamo, impuestos de 8, 10 o 12 años por adelantado.
Las Autonomías, a través de los Ayuntamientos, se financiar por medio del monopolio en la emisión de suelo edificable. Este medio de saqueo estatal exige una restricción severa de la oferta de suelo edificable para que los solares que subastan los Ayuntamientos en las subastas de suelo público alcancen precios millonarios.
La oferta de suelo edificable es artificialmente restringida por los Ayuntamientos que saquean a los compradores de vivienda nueva a través de la venta en monopolio de suelo. Gracias a los Ayuntamientos, el suelo es muy escaso y extremadamente caro lo que hace que se produzca poca vivienda y con unos costes enormes.
Este nuevo saqueo, como el de Franco, genera las clásicas
unintended consequences: la imposibilidad de la gente a acceder a una vivienda que el intervencionismo público ha encarecido salvajemente.
Y al igual que Franco, la reacción es utilizar la coacción del Estado para prohibir las Leyes Naturales de la economía. Si la gente se suicida tirándose de un puente, se prohíbe la Ley de la Gravedad y se prohíbe publicar noticias de suicidios.
De modo que, por caminos algo diferentes, el fenómeno se repite: el Estado se financia aplicando impuestos 'invisibles' y cuando el coste de esos impuestos invisibles aflora en el precio de las cosas, prohíbe por Ley que los precios crezcan.
La parasitología, es, en realidad, una ciencia muy previsible.