https://www.elsaltodiario.com/medios/the-trust-project-los-grandes-medios-y-silicon-valley-se-convierten-en-armas-para-silenciar-la-disidencia
es curioso, como a pesar de que todos sabemos que silicon valley difunde ideologia Pseud Progre o Fake Progre, aun asi tienen que liar en el articulo e intentar lanzar bengalas de humo diciendo que son "fuerzas conservadoras".
Es irritante como siempre cada articulo tiene que tratar de liar un poco para confundir los origenes de las responsabilidades politicas de las cosas que a todas luces son NEGATIVAS para todos, para no decir clarito de quien es culpa
Y en este caso es culpa de las grandes oligarquias, que no son de derechas ni de izquierdas, ya que se disfrazan de las dos cosas y se travisten cuanto quieren para jugar a los dos bandos
MEDIOS DE COMUNICACIÓN
The Trust Project: los grandes medios y Silicon Valley se convierten en armas para silenciar la disidencia
Dado el impacto de Trust Project a la hora de hacer a los ricos más ricos en el panorama de las noticias en internet, no sorprende descubrir que está financiado por una confluencia de oligarcas de la tecnología y poderosas fuerzas con un claro interés en controlar el flujo de noticias.
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The Trust Project
ÁLVARO MINGUITO
WHITNEY WEBB
TRADUCCIÓN: EDUARDO PÉREZ
PUBLICADO
2019-06-13 06:00:00
Tras el fracaso de Newsguard —el sistema de calificación de noticias respaldado por un grupo de importantes personalidades neoconservadoras— en afianzarse entre las empresas de redes sociales y de tecnología estadounidenses, otra organización ha intervenido silenciosamente para dirigir los algoritmos de noticias de gigantes tecnológicos como Google, Facebook y Microsoft.
Aunque es diferente de Newsguard, este grupo, conocido como The Trust Project (El Proyecto Confianza), tiene un objetivo similar de restaurar la confianza en los medios convencionales y corporativos, en relación con alternativas independientes, aplicando “indicadores de confianza” a los algoritmos de noticias de las redes sociales de una forma decididamente poco transparente.
La financiación de The Trust Project —proveniente en general de grandes empresas tecnológicas como Google; oligarcas de la tecnología con conexiones en el gobierno como Pierre Omidyar; y la Knight Foundation, un inversor clave de Newsguard— sugiere que un motivo ulterior en su incansable promoción de medios de comunicación convencionales “tradicionales” es limitar el éxito de alternativas disidentes.
De particular importancia es el hecho de que los “indicadores de confianza” de Trust Project ya se están usando para controlar qué noticias son promocionadas y suprimidas para motores de búsqueda principales como Google y Bing y enormes redes sociales como Facebook. Aunque las descripciones de estos “indicadores de confianza” —ocho de los cuales están en uso actualmente— están disponibles públicamente, no lo está la forma en que grandes empresas tecnológicas y de redes sociales los están usando.
El objetivo de Trust Project es aumentar la confianza pública en los mismos medios tradicionales que Newsguard favorecía y utilizar códigos HTML en artículos de noticias favorecidos para promocionar su contenido a expensas de alternativas independientes. Incluso si su esfuerzo para promover la “confianza” en medios de la élite no tiene éxito, su código incrustado oculto dentro de las webs de noticias que participan permite a esos medios eludir a su competencia independiente, convirtiendo en irrelevantes en gran medida tales asuntos de “confianza” ya que se busca homogeneizar el panorama de los medios en internet en beneficio de los medios convencionales.
La directora de Trust Project, Sally Lehrman, dejó claro que, desde su punto de vista, la falta de confianza pública en los medios convencionales y su público en declive son el resultado de “competencia” no deseada “de empresas sin principios [que] mina aún más el mismo rol y propósito [del periodismo] como motor de la democracia”.
CONOCIENDO TRUST PROJECT
El Trust Project se describe a sí mismo como “un consorcio de empresas de noticias líderes” involucradas en desarrollar “estándares de transparencia que te ayudan a valorar fácilmente la calidad y credibilidad del periodismo”. Esto lo ha hecho creando lo que llama “indicadores de confianza”, que la web del proyecto describe como “un estándar digital que satisface las necesidades de la gente”. Sin embargo, lejos de satisfacer “los intereses de la gente”, los indicadores de confianza parecen tener la intención de manipular los algoritmos de motores de búsqueda y redes sociales para beneficio de los socios mediáticos del proyecto, más que para beneficio del público.
Los orígenes de Trust Project se remontan a una “mesa redonda” de 2012 albergada por el Centro Markkula de Ética Aplicada en la Universidad de Santa Clara, un centro fundado por el antiguo CEO de Apple, Mike Markkula. La mesa redonda se dio a conocer como la Mesa Redonda sobre Ética en el Periodismo Digital y fue creada por la periodista Sally Lehrman, que entonces trabajaba en el Centro Markkula, en conexión con la Mesa Redonda Ejecutiva de Nuevos Medios y Vigilancia de la Credibilidad Online de la Sociedad de Periodistas Profesionales. Lehrman ha afirmado explícitamente que Trust Project solo está abierto a “organizaciones de noticias que se adhieren a estándares tradicionales”.
La idea específica que desencadenó la creación de Trust Project nació en un encuentro en 2014 de esa mesa redonda, cuando Lehrman “preguntó a un especialista en Machine Learning de Twitter, y a Richard Gingras, responsable de Google News, si se podrían usar los algoritmos para apoyar la ética en vez de dañarla, y dijeron que sí. Gingras aceptó colaborar”. En otras palabras, la idea tras Trust Project, desde el inicio, tenía como objetivo manipular los algoritmos de los motores de búsqueda y redes sociales con la complicidad de grandes empresas tecnológicas como Google y Twitter.
Como apunta el mismo Trust Project, la forma de alterar algoritmos se desarrolló en tándem con ejecutivos de gigantes tecnológicos como Gingras y “editores líderes en la industria de 80 medios e instituciones informativos”, todos los cuales son medios corporativos y convencionales. Es de destacar que los socios mediáticos del Trust Project, involucrados en la creación de estos nuevos “estándares” para los algoritmos de noticias, incluyen publicaciones propiedad de ricos oligarcas: el
Washington Post, propiedad del hombre más rico del mundo, Jeff Bezos, el
Economist, dirigido por la rica familia Rothschild; y el
Globe and Mail, propiedad de la familia más rica de Canadá, los Thomson, que también son dueños de Thomson Reuters. Otros socios de Trust Project son
The NewYork Times, Mic, Hearst Television, la BBC y la red de USA Today.
Otros medios destacados están representados en el Consejo de Liderazgo de Noticias del Centro Markkula, incluyendo al
Financial Times, Gizmodo Media y el
Wall Street Journal. Ese consejo —que también incluye a Gingras y a Andrew Anker, director de gestión de producto de Facebook— “guía al Trust Project en nuestros indicadores de confianza”.
Estos “indicadores de confianza” están en el centro de las actividades de Trust Project y revelan uno de los mecanismos clave a través de los cuales Google, Twitter y Facebook han estado alterando sus algoritmos para favorecer a medios con buenos registros de “indicador de confianza”. Los indicadores de confianza, a primera vista, tienen la intención de hacer “más transparentes” a las publicaciones informativas, como un medio de generar un aumento de la confianza en el público. Aunque se han desarrollado un total de 37, parece que solo ocho de ellos se están utilizando actualmente.
El Trust Project enumera y describe estos ocho indicadores de la siguiente manera:
• Mejores Prácticas: ¿Cuáles son los estándares del medio informativo? ¿Quién lo financia? ¿Cuál es la misión del medio? Además de compromisos con la ética, voces diversas, exactitud, hacer correcciones y otros estándares.
• Experiencia del Autor/Reportero: ¿Quién lo hizo? Detalles sobre el periodista, incluida su experiencia otras historias en las que han trabajado.
• Tipo de Trabajo: ¿Qué es esto? Etiquetas para distinguir la opinión, el análisis y el contenido publicitario (o patrocinado) en los reportajes informativos.
• Citas y referencias: ¿Cuál es la fuente? Para historias de investigación o en profundidad, acceso a las fuentes tras los hechos y declaraciones.
• Métodos: ¿Cómo se construyó? También para historias en profundidad, información sobre por qué los reporteros eligieron seguir una historia y cómo llevaron el proceso.
• ¿De Origen Local? ¿Se hizo la información en el lugar, con profundo conocimiento sobre la situación o comunidad local? Te permite saber cuándo la historia tiene origen o conocimiento local.
• Voces Diversas: ¿Cuáles son los esfuerzos y compromisos de la redacción para mostrar diversas perspectivas? Los lectores advirtieron cuando faltaban ciertas voces, etnias o colores políticos.
• Feedback Viable: ¿Podemos participar? Los esfuerzos de una redacción por conseguir la ayuda del público en el establecimiento de las prioridades de la cobertura, la contribución al proceso informativo, asegurar la exactitud y otras áreas. Los lectores quieren participar y ofrecer feedback que puede alterar o expandir una historia.
Cómo el Trust Project pone a disposición del público estos indicadores se puede ver en su nuevo proyecto, el Rastreador de Transparencia en la Redacción, donde ofrece una tabla de “transparencia” para medios participantes. Es llamativo que esa tabla mezcla prácticas de transparencia reales con la simple provisión al Trust Project de políticas y directrices de medios relacionadas con los indicadores mencionados anteriormente.
Por ejemplo,
The Economist consigue una “puntuación” de transparencia perfecta por haber proporcionado al Trust Project enlaces a su política ética, declaración de principios y otra información requerida por el proyecto.
Sin embargo, el hecho de que esas políticas existan y se proporcionen al Trust Project no significa que las políticas de la publicación sean, de hecho, transparentes o éticas en términos de su propio contenido o en la práctica. El hecho de que
The Economist proporcione enlaces a sus políticas no hace a la publicación más transparente, pero —en el contexto de la tabla del Rastreador de Transparencia en la Redacción— ofrece la apariencia de transparencia, aunque esas revelaciones de su política por
The Economist difícilmente se traducirán en algún cambio en sus conocidos sesgos e información parcial sobre ciertos asuntos.