Ciertamente, la situación planteada nos lleva a reflexionar sobre quién es el responsable de estos problemas. Tomando como ejemplo el caso del puerto del Pireo, vendido en 2016 a una corporación estatal china, nos enfrentamos a una realidad donde Europa cuenta con una serie de fondos de desarrollo cuyos nombres, en su mayoría, son desconocidos para la mayoría de las personas. A modo de ilustración, mencionaré diez de estos fondos, seleccionados aleatoriamente tras una búsqueda:
- Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER)
- Fondo Social Europeo (FSE)
- Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (antiestéticaDER)
- Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP)
- Fondo Europeo de Inversiones (FEI)
- Fondo Europeo para Inversiones Estratégicas (FEIE)
- Fondo Europeo de Adaptación a la Globalización (antiestéticaG)
- Fondo Europeo de Solidaridad (FES)
- Fondo Europeo de Desarrollo (FED)
- Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF)
Estos fondos, junto con diversas subvenciones, a menudo terminan en los entresijos del Estado, muchos de los cuales son malgastados o absorbidos de alguna manera por entidades asociadas al gobierno, o incluso desviados por corruptelas de diversa índole. Sólo haría falta analizar donde se han invertido los fondos Next Generation que son para echarse las manos en la cabeza.
Mientras tanto, observamos cómo se venden puertos de entrada a Europa, así como otros activos como minas, y todo lo que tenga valor a la mínima oportunidad. Aquí en Europa algunos políticos venderían sus madres a los chinos si pagaran lo suficiente.
No obstante, para no perder el enfoque central del mensaje, es importante señalar que siempre hay que mirar con escepticismo las noticias que involucran a China, dada la tendencia actual de demonizar todas sus acciones. A pesar de esto, es innegable que China continúa invirtiendo en Europa, sin embargo, se percibe un cambio respecto a la década pasada, cuando China mostraba un apetito insaciable por la deuda occidental. Ahora parece que prefiere ser más selectiva en sus inversiones, quizás consciente de la imprudencia de mantener la impresora de billetes en funcionamiento sin límites.
Por otro lado que diga que China está mostrando un enfriamiento del interés en la deuda occidental no significa que no continúe teniendo una buena cantidad de ella (por ejemplo en EEUU):
Ver archivo adjunto 1841346
Sólo que dudo mucho que en la situación geopolítica actual, siga siendo un socio tan fiable para comprarla como lo fue hace una década.