Una cosa en endeudarse con un préstamo de agentes exteriores a una economía que, hay que devolver y otra cosa es la deuda (que no es tal) en la iniciativa que ha hecho el gobierno italiano en esta situación tan especial que vivimos. La producción está, es decir hoteles, restaurantes cerrados que están, frutas y verduras y decenas de alimentos que se estropearán y que están, ropa, zapatos etc. que están se pasarán de moda y terminarán en un almacén olvidado, no crea inflación porque el horno no está para bollos, consume lo que ya se produjo, lo que hay almacenado sin salida y solo la producción que ya realizó esa economía que, de no consumirse se perderá el dinero que produjo esos bienes.
El truco está en los vales, es dinero solo para el mercado interior de un país, es decir no se podrá comprar nada con esos vales que provenga del exterior y haya que importar, lo ya importado es patrimonio del país porque ya pagó por ello, por ejemplo nuestra RMV se pagaría en €, sino hay suficientes € para ese pago hay que pedirlos prestado y ese dinero o sea el € prestado tiene la facultad de comprar bienes que otros han producido y por tanto es pura deuda.
El gobierno que emite esos vales solo tiene el coste de la impresora, el gobierno recoge a través de los impuestos dinero en € con sustanciosas ganancias y supongo que el mayor cálculo que hayan tenido que hacer es el cuando de la caducidad de esos vales, o lo que es lo mismo hasta que hayan consumido las existencias actuales, naturalmente esos vales no podrían estar dando vueltas por tiempo indefinido porque entonces sí sería mal remedio ya que consumiría nueva producción realizada en €,s.
Sigo opinando que es una brillante idea para la situación en la que nos encontramos