Es una cuestión de pantallas. El puñetero bichito hoy en día es el smartphone y asociados: Whatsapp, Telegram, Instagram, Twitter, Yotube, Tik Tok, Netflix, HBO, Disney, Amazon, juegos online tipo Apalabrados y un largo etcétera. Los niños y niñas ya no ven la típica sarama de programación infantil sino que siguen a youtubers sarama o se cascan una serie en un santiamén. Cuando éramos pequeños se acababa el puñetero capítulo de Bola de Dragón de 20 minutos y hasta el día siguiente. La TV convencional (cable de antena macho/hembra desde la toma en la pared hasta el dispositivo y la programación que ofrece como Grisos, Ana Rosas, Farreras, telediarreos y concursos de cosa) son estertores de otra época lógicamente en extinción, en unos pocos años todo eso desaparecerá. Tenemos tecnología a nuestro alcance de la cual podemos hacer un uso positivo y razonable pero lo de la peña con su smartphone es algo nunca visto, es una tercera extremidad, un espejo, su baúl privado. Y nos reíamos de los Tamagotchis. Mi pareja corre presta cuando detecta que la barra de energía de su smartphone indica que le queda poco tiempo de vigilia. Tener el puñetero móvil apagado no es una opción.