Te aseguro que no es así en todos los casos. He visto y padecido en mis carnes el caso contrario: te esfuerzas, haces un buen trabajo reconocido por los clientes, eres más que puntual, no te importa perder fines de semana o vacaciones si el cliente lo necesita, actúas como si la empresa fuera tuya, defendiéndola y ayudando a resolver los problemas de otros compañeros para que la empresa quede bien, aportas y modernizas procesos y formas a otros compañeros... Después de todo eso, te despiden porque llega alguien que te ve un posible competidor, aunque no lo seas (o por cualquier otra causa), solo porque, precisamente, estás comprometido con la empresa (siempre lo estoy para quien trabajo. No puedo evitarlo, trabajo para otros como si fuera para mí), y pones tu lealtad para con la empresa y no con personas determinadas, que pueden errar, como todos, o mañana no seguir. Después de todo eso, y de tanto esfuerzo, te dan la patada. Te aseguro que no en todos los casos es así. Conozco más personas que les ha ocurrido lo mismo.
Si eres ese tipo de persona, después de la experiencia que has contado no te habrá sido complicado encontrar otro trabajo. Yo tengo mi propio negocio, es estacional por lo que solo se trabaja durante 4 meses. Temporada tras temporada me encuentro con el mismo problema, gran parte de la plantilla del año anterior ha encontrado un trabajo de invierno, otros trabajarán en negocios parecidos en los que "les aseguran" que si lo hacen bien serán contratados para todo el año. Yo me considero un autónomo (que no empresario) generoso, no regalo el dinero pero las condiciones son buenas y el sueldo está por encima de la media. Aun así, si en 4 meses conmigo uno puede ganar 6.000 euros (por ejemplo), si en otro lugar le dan 4.000 y le prometen que "lo más seguro" es que siga en temporada invernal, prefieran irse allí.
Así que me toca remar y valorar a los trabajadores. Nunca me han faltado, siempre por el boca a boca, y he aprendido que hay tres grandes grupos de trabajadores: el primero, las personas responsables, puntuales, serios, con iniciativa. Los segundos son los que cumplen sin más, a la hora en punto están en su puesto, cumplen con lo que les mandas y cuando suena la señal horaria se marchan. Si quieres que su trabajo se salga del guión tienes que pedírselo, mientras que los primeros, por su cuenta, actúan así en muchos casos. En el último grupo meto a los holgazanes, impuntuales, "excuseros", mentirosos, quejicas. Fácilmente reconocibles porque en su currículum figura haber trabajado en decenas de sitios, acreditando mucha experiencia. Los repartiría en un 20%-60%-20%.
Esta semana mismo, me llamó uno de los del primer grupo diciéndome que le ofrecían eso de quedarse en otro sitio. Con tal de retenerle le he dicho que hablaremos y veremos qué pudo hacer, pues estoy dispuesto a hacer un esfuerzo por que se quede, que no tirar la casa por la ventana. Pero en parte de doy la razón, conozco el caso de una persona (por cierto, sin estudios, solo buen ojo para el negocio), con un restaurante, un pub y una tienda de productos para la playa (hamacas, balones, colchonetas, etc.) Estimo que ganará mensualmente de media, entre los tres negocios, no menos de 5.000 €. Pues a este le da igual que seas bueno o malo, pagándote 700 euros mensuales por trabajar de lunes a domingo se conforma. Ahora bien, tiene trabajando a gente que parece recién salida de la guandoca, a él le da igual pero a muchos de sus clientes no. Aun así, los locales le funcionan bien y él vive contento con su dinero, sin importarle que desde fuera parezca negocios turbios por la gente que tiene trabajando. Le podría ir mejor, contratando a empleados mejores, pero eso cuesta dinero. Quién sabe si le compensaría, aunque eso es un debate a parte.