El procedimiento concursal español me queda un poquito a trasmano (los italianos, es otra cosa), pero si mal no recuerdo, la admisión a trámite es exactamente eso, a trámite. Verificar que se cumplen los requisitos formales impuestos por la ley, y a correr.
La declaración de concurso (y su calificación) es otro cantar, que lo hará el juez, oidas las partes y estudiadas las alegaciones.
El impago en sí (la cuantía que se menciona) es bastante ridícula para las magnitudes que se manejan, y no creo que bastara para arrastrarles al concurso (supongo que el juez debería de exigir a Avaltransa la prueba de que intentado hallar satisfacción de su crédito por las vías legales ordinarias, hasta llegar a la ejecución forzosa de algún activo de Nozar, y para eso les hubiera bastado con mandar a un alguacil a embargar algún piso de sus promociones, supongo).
Para el concurso no debería bastar la prueba de la iliquidez (o sea, no es que no puedo pagar ahora, porque tengo patrimonio de sobra y es que no lo puedo vender de un día para otro sin grave quebranto. O más resumido, que no tengo suelto), sino la de la insolvencia (no tengo ni dinero líquido ni posibilidades de realizarlo, es que no puedo pagar todo lo que debo, así que los acreedores deben hacerse a la idea). Por eso supongo que sacan a colación el volumen de la deuda.
Pero como muy bien ha dicho alguien, una cosa es la deuda (que no es mala de por sí en el desarrollo empresarial, sino que depende de su volumen y calidad) y otra es el impago (que es deuda vencida y exigible). O sea, que deber 100M a la Banca no es necesariamente malo (sí, yo también me ruborizo al leer esto), porque habrá que ver a qué interés se los debo, cuándo se los debería devolver, qué recursos propios tengo para hacerle frente, y qué capacidad tengo de generar flujos de caja que me lo permitan. Y estas pequeñas circunstancias son el actual drama de las inmobiliarias, sobre todo las tres últimas (han pedido financiación a corto plazo para obtener rentabilidad a largo, que es un disparate, y la deuda se la están exigiendo YA; sus recursos propios se están quemando en intentar mantenerse a flote; nadie compra ni suelo ni pisos, con lo que no hay de dónde sacar + restricción general del crédito, ídem por parte de la Banca). Frente a ello, las únicas cartas que pueden jugar son las del pánico económico (si debes 100 euros es tú problema, si debes 100M es problema de tus acreedores) y político (si caigo yo, caen mis trabajadores directos e indirectos, tus votantes y eventuales subsidiados sociales), lo que propongo se denomine "órdago Sansón -"muera yo y los filisteos"-
Volviendo al tema, con la petición de concurso, sustancialmente Nozar no debería arriesgar más que tener que dar engorrosas y públicas explicaciones sobre su contabilidad e intentar demostrar que no está con el agua tan al cuello (¿o es que hay algo que no sabemos?). Y no me creo ni medio segundo lo de los "daños y perjuicios", porque aunque no sea concursable, ni Nozar ni ninguna inmobiliaria es económicamente inocente del todo.
Pero el momento elegido para pedir el concurso es tan estratégico que avala la teoría de que Avaltransa es un mandado. Justo después de cerrar la Bolsa, lo que elimina capacidad de reacción, y dos días antes de las elecciones, pasado "de facto" la barrera (virtual o real, poco importa ya) del "aquí no quiebra ni Dios". A partir de ahora, el nuevo gobierno tiene 4 años de infierno, pero ya no se le puede presionar, ni esperar que les mantenga en vida con la flebo. La parte política del órdago Sansón desaparece.
¿Que se trate de un asalto a Colonial por la puerta trasera? Perfectamente posible. O de cualquier otra. Y desde luego, el impagado de Avaltransa es la propina del café para los de Dubai.
Igual me equivoco, pero puede que hayamos vivido un día histórico.