Santander absorbe Banesto para ajustar su deficitaria banca nacional
CONVOCA A LOS CONSEJOS DE ADMINISTRACIÓN PARA APROBAR LA OPERACIÓN
El presidente del Banco Santander, Emilio Botín, acordándose en todo lo que se menea y pensando en cómo le va a conseguir la paguita a su hija sin perderla él mismo (Efe).
A. Marco 17/12/2012 (08 :40)
Banco Santander se prepara para digerir Banesto. El Consejo de Administración de la entidad que preside Emilio Botín va a proponer la fusión por absorción de Banco Español de Crédito, filial de la que controla el 92% del capital, según ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
Se trata de una operación, negada en infinidad de ocasiones por el propio presidente del grupo con sede en Cantabría, que se enmarca en el proceso de integración comercial que está llevando a cabo el banco y por el cual va a agrupar bajo la misma marca a Banesto y Banif.
Sin embargo, el fondo de la cuestión persigue dos objetivos. El primero, un ahorro de costes evidente porque Banco Santander es el único que hasta la fecha no ha acometido ningún plan de reestructuración en su red de oficinas para hacer frente a la crisis en España. El segundo, una operación intragrupo que puede generarle importantes plusvalías a falta de conocerse más detalles.
El primer paso de esta integración lo dio Banco Santander hace un mes cuando se destapó que iba a integrar en la red de oficinas de la matriz a 350 sucursales de Banesto. Cerca del 20% del total de puntos de venta de la filial, que si que había acometido un ajuste sibilino en los años anteriores. En concreto, había cerrado cerca de 300 oficinas, cantidad que se iba a incrementar en otras 50 antes de acabar 2012.
El traspaso incluía a todo el personal de esas 350 sucursales, unas 1.200 personas de Banesto, que tiene una plantilla próximas a los 8.000 trabajadores. Con la fusión, esa cifra se reducirá drásticamente por los ahorros en los servicios centrales y la clausura de numeras oficianas que se solaparán.
De esta manera, Emilio Botín resuelve otra cuestión fundamental: la pobre cuenta de resultados de Banesto, que en los últimos trimestres ha tenido que recurrir a operaciones internas de venta de filiales para evitar entrar en pérdidas. Al ser un banco puramente nacional, la crisis le ha afectado de lleno, quedándose sin recursos para afrontar los dos reales decretos sobre provisiones aprobados por Luis de Guindos.
Entre enero y septiembre, Banesto ganó 50,1 millones de euros, un 83,2% menos que un año antes, tras realizar dotaciones y saneamientos por 1.462 millones de euros. De esta cantidad, 682,5 millones de euros corresponden a beneficios extraordinarios obtenidos por la reodenación y venta de participadas, incluidas entre Santander y Banesto. Entre otras. el traspaso del negocio de banca privada en Nueva York, el de seguros y fondos de inversión, y la absorción de la filial inmobiliaria, Messena, por Altamira, la de la matriz.
Los resultados operativos son los que mejor muestran la coyuntura por la que atravesaba Banesto. Así, el margen bruto obtenido en el los primeros nueve meses de 2012 fue de 1.576,8 millones de euros, un 8,5% menos respecto al año anterior. Por su parte, el margen neto de explotación se situó en los 849,4 millones de euros, un 14,4% menos que en el mismo periodo de 2011.