El Gobierno se prepara para "seis meses muy duros" de crisis económica
El Ejecutivo asume el empeoramiento de sus previsiones y descarta que España "vuelva a ser una potencia turística" a medio plazo
Pedro Sánchez (al fondo) y Salvador Illa, este lunes.POOL / EFE
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Lunes, 18 enero 2021 - 22:47
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El año ha comenzado a contrapié de las expectativas del Gobierno. La tercera ola de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo del
cobi19 es ya una realidad, la borrasca
Filomena ha golpeado la Península con dureza de pedernal y la economía no apunta por ahora a una recuperación tan intensa como se esperaba.
Antes al contrario, la
Comisión Europea y los bancos reducen la expectativa de rebote económico a apenas la mitad de lo que prevé el Ejecutivo. Si los
Presupuestos Generales del Estado se basan en una predicción de crecimiento del 9,8% del PIB, Bruselas la rebaja al 5,4% y el BBVA, al 5,5%, por los rebrotes.
Pero incluso esta última previsión estaría ya en el alero, según las fuentes gubernamentales consultadas por EL MUNDO. El empeoramiento de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo ha impactado con fuerza en la economía, de manera que en La Moncloa ya prevén "seis meses muy duros", hasta que la vacunación se generalice. Y eso llegará en julio, fecha en la que, según el ministro de Sanidad,
Salvador Illa, ya se habría medicado al 70% de la población: 33 millones de personas.
Pero en el Gobierno son conscientes de que ya será tarde para que España pueda experimentar un
boom de turismo que compense los efectos desaceleradores -con respecto a lo previsto- que tendrá esta tercera ola. A medio plazo, el país "no volverá a ser una potencia turística", reconocen en La Moncloa, donde prefieren no hacer castillos en el aire.
Además, el vaticinio es que habrá un "desplome del consumo". No tanto en relación al dato del año pasado, sino a lo previsto. Pero el golpe será importante, señalan. El consumo es el gran impulsor del PIB. No en vano, el Ejecutivo no esperaba un incremento de contagios tan acusado como el actual, aunque el portavoz sanitario del Gobierno,
Fernando Simón, cree que "el pico de la tercera ola está cercano, si no estamos ya en él", toda vez que los aumentos diarios son cada vez menores.
A la desaceleración del cuarto trimestre, que ya anticipaba una menor pujanza de la esperada, se le suma ahora el impacto de las medidas restrictivas que han tomado las autonomías para contener la tercera ola.
No sólo eso, sino que la inmensa mayoría de los gobiernos regionales ya pide
adelantar el toque de queda o que el Gobierno articule herramientas jurídicas que les permitan
confinamientos selectivos exprés, sin tener que depender siempre de los
estados de alarma que aplique el Ejecutivo central, y de cómo los module. En La Moncloa no contemplan por ahora el confinamiento duro. De producirse, supondría otro freno económico adicional.
El empleado de un bar recoge las sillas, en Córdoba.
Las expectativas sanitarias del Gobierno de coalición se han visto desbordadas claramente por la enorme "movilidad" del bichito en los primeros días de 2021, como ha reconocido Simón. Pero en La Moncloa ven la situación con bastante más optimismo que en 2020, por varios motivos.
Por ejemplo, porque ahora España ha demostrado que puede activar su industria para producir más de manera "interna" y porque el turismo nacional puede sobrevivir. Además, confían en que la vacunación llegue a la "velocidad de crucero" en las próximas semanas y ayude a reactivar un poco la economía española.
Sanitariamente, la vacunación es el principal objetivo del Gobierno, pero en lo económico la gran palanca del cambio son los fondos europeos. El entorno de
Pedro Sánchez deposita sus mayores esperanzas en la absorción de las ayudas a fondo perdido que va a liberar la Comisión Europea.
El Gobierno asume la "dificultad" de la gestión de los fondos europeos en 2021. "Es un desafío" absorber toda la ayuda a fondo perdido de Europa, resumen en La Moncloa. Por eso se han agilizado los trámites para adjudicar las ayudas y se ha reforzado la plantilla destinada a facilitar la absorción de los fondos mediante la reordenación del personal dentro de cada ministerio.
Dos ciudadanos, en la terraza de un bar, en Valladolid.
Porque las expectativas no son todo lo halagüeñas que podrían ser y España acumula una mala experiencia en lo que se refiere a la absorción de fondos europeos. De 2014 a 2020 sólo utilizó el 39% de las ayudas comunitarias. Se trata de la peor tasa de toda Europa.
Los Presupuestos Generales del Estado para 2021, vigentes desde el 1 de enero, ya permiten al Gobierno adelantar algo más de 26.000 millones de euros. Fuentes gubernamentales implicadas en el desarrollo del plan veían complicado a inicios de enero pasar del umbral del 50%. Pero en La Moncloa aseguran que, a pesar de la evidente "dificultad" que tendrá la absorción de las ayudas, se intentará llegar mucho más lejos, cerca del 100%.
Sea como fuere, el Gobierno podrá absorber en los siguientes años los fondos que no gaste ahora. Este proyecto es la clave de bóveda del diseño que ha hecho Pedro Sánchez para el resto de la legislatura. ¿Por qué? Porque cree que los fondos europeos alumbrarán una nueva élite empresarial verde y joven.
Es decir, una suerte de cambio de guardia en el empresariado. Las compañías innovadoras, digitales y, sobre todo, sostenibles "darán el salto" a la primera fila, vaticinan en el Ejecutivo.
Un ciudadano, en una terraza de una bar, en Pelencia.
España recibirá finalmente un total de 69.528 millones de euros, frente a los 59.168 previstos inicialmente, como
avanzó este diario. Esto convierte al país en el primer beneficiario de estas subvenciones, por delante de
Italia. Estos nuevos datos se deben a que la Comisión Europea ha actualizado los datos económicos de paro y crecimiento económico de 2019 y, sobre todo, las últimas previsiones de la Comisión para España en el período 2019-2021, que implican unos 7.000 millones al ventear una crisis más aguda de lo previsto en el verano.
