Es raro que nadie haya dicho una palabra sobre la solidaridad familiar, cuando todos sabemos que el colchón familiar es la principal causa de que los índices de pobreza se mantengan o no aumenten más de la cuenta y de que no haya disturbios sociales ni la gente esté a tiros por las calles.
Ya se han elaborado informes que demuestran que la pobreza de los jóvenes españoles superaría de largo el 50%, una proporción propia de cualquier país africano o centroamericano, si no viviesen con sus padres ni contaran con el apoyo económico de su familia.
Al fin y al cabo, es realmente difícil encontrar personas de entre 50 y 70 años que estén en situación precaria, hasta un currito de esa edad gana sin muchos problemas más de 1.500 o cerca de 2.000 euros al mes. Y me refiero a un simple ordenanza o auxiliar administrativo. No dejemos de lado que muchos de esos jóvenes (y no tan jóvenes) parados son hijos de profesionales de más nivel, como médicos, abogados, arquitectos, ingenieros, profesores universitarios o funcionarios técnicos de los grupos superiores.
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