Lo mas truculento de todo es que esa descripcion de la sagra es extrapolable a TODA LA MESETA ENTERA
Pues no venga, que nadie le ha llamado. Palomo. Lo mismo hasta se lleva una perdigonada de sal
o de postas loberas.
Pero si no habla, no alterna, no encaja las chuflas y las guasas, ni las hace usté para que nos echemos unas risas los demás, no espere que le miren con simpatía, y más mira a todo el mundo por encima del hombro.
-Yo es que soy kulto -dice el hijoeputa.
Pues yo le puedo presentar a más de un pastor o a más de un cabrero, que seguro que tras un rato de charla se queda usté pensando...
-Qué pena que este hombre no haya estudiado.
Amos no aguante tío culto.
Pero le aseguro que hace no muchas décadas las puertas se dejaban abiertas en verano, en invierno no, claro, y a lo más había una cortina que impedía el paso más a las moscas que a las personas y uno podía entrar hasta la cocina. Y si era de confianza y podía responder al clásico "¿y tú de quién eres?", le ofrecián queso o chorizo y hasta un trago de la bota, el porrón o la botella de vino.
Mire, los chopos son árboles de ribera, bosques de ellos por aquí no hay y no sé si en el norte habrá. Aquí, salvo pinares en las sierras encontrará robles y encinas, y más que habrá si siguen subvencionando los barbechos en donde no entre en ganado que se coma los brotes, bosque mediterráneo que aquí llamamos dehesa. Castaños y nogales en las zonas húmedas y cerezos y almendros en los valles profundos donde hay microclima de ése.
Los mesetarios no queremos su dinero ni sus lecciones de marisabidillo. Lo que queremos es su tiempo y si no tiene tiempo que echarse con nosotros, no se crea que le vamos a hacer mucho caso ni le vamos a poner buenas caras.
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FREE ZOUHAM o abandonad toda esperanza.