Dí que sí. Los bienes escasos han de ser controlados por el Gobierno. Debe ser el gobierno el que fije el precio del caviar, que es un bien escaso, ¿no? Ah, no, que no es de primera necesidad. ¿Y quién decide lo que es de primera necesidad? Ah, claro, el Guapo Sánchez, porque él es listo y sabe nuestras necesidades.
Siga usted con el falso dilema, que no cuela.
Hasta el más liberal sabe que sin Estado no hay sociedad. Nada tiene que ver eso con el grado de intervención del Estado, que tiene grados.
Usted trate de incumplir un contrato en Estados Unidos, que verá qué risa. O si lleva una empresa, engañe a sus inversores y accionistas. Tendrá todos los números para ir a la guandoca.
Sin límites, sin reglas, y sin un poder público que las haga cumplir y sancione a los que las incumplen, no hay sociedad. Así de sencillo.
¿Qué es primera necesidad? Pues cuando en Ibiza ya no queden ni médicos ni maestros de escuela porque no pueden pagar esas animaladas, allí ya descubrirán qué es primera necesidad.
Tercer mensaje en que lo digo (o cuarto, ya ni llevo la cuenta): no es lo mismo recargar una vivienda vacía en Pedregal del Resecón que en pleno anillo de la M-30. Y si se hace, ni que decir tiene que hay que aumentar la seguridad jurídica para ambas partes.
¿Le cuento un secretillo? Esto no es una pelea entre propietarios e inquilinos, es una pelea entre los de arriba y los de abajo. Las leyes se hacen pensando en los grandes propietarios, los que tienen bloques enteros de edificios en propiedad. No pensando en el pequeño propietario que pone en alquiler el piso de la abuela para sacarle un rendimiento. Y aún menos en el oportunista que compró para especular en el alquiler vacacional.
Pero nada, los propietarios advenedizos han vuelto a picar como hace diez años, y volverán a echarle la culpa de todo a los inquilinos y a los sociatas. En vez de asumir que cuando uno intenta "subir", el verdadero enemigo es el que ya está "arriba" y no quiere más competencia.