Sin una base demográfica, los idiomas se mueren; con la cohabitación (forzosa o no, para el caso eso no importa) de una lengua más pujante, los idiomas se mueren; con una base social amparada en formas de vida tradicionales en extinción, el idioma se muere. El gallego cumple los tres criterios, así que el gallego se muere... No veo aquí nada que no haya sucedido o esté sucediendo en tantos otros sitios: el romanche en suiza, el bretón en Francia, el walser o el griko en Italia... La excepción es cuando hay unidad étnica en sus hablantes: todos los lituanos son hablantes de lituano, y el alemán desapareció junto con la minoría alemana, al igual que en Bohemia o en tantos otros sitios; pero es que tan gallego es el hablante de español como el hablante de gallego (o el diglósico, o el que habla castrapo), al igual que tan suizo es el hablante de italiano como el hablante de alemán, romanche o francés.
Esa homogeneidad étnico-lingüística es la que permitió el éxito del finlandés o el noruego "batua"; junto con la idea clara de que para que el idioma viva, sus dialectos deben desaparecer (cosa que no sucede con las lenguas réticas, partidas en tres -romanche, ladino y furlan, o con muchas otras).
Detrás de los argumentos desesperados yo solo encuentro el romanticismo de Herder, la preocupación por el ser, el pasado y las esencias, pero nada que apunte hacia el mundo amenazador del siglo XXI. Sencillamente, el futuro no será como el pasado, y como ya apuntó gente aquí, en unos años diremos habibi y no diremos colega -que tampoco se decía como sinónimo de amigo hasta hace pocos años-.
(El éxito del hebreo es un caso peculiar: al no ser el idioma propio de ninguna comunidad judía -no valía el yiddish y no valía el judeoladino; tampoco valía el árabe ni el alemán- se convirtió el idioma propio y común de todos ellos -como pasa en la India en el inglés en la administración.
Por lo que he leído el finlandés estándar no se habla más allá de políticos, medios de comunicación, educación, etc. Lo normal, a pie de calle, es usar el dialecto.
Tener un estándar no quiere decir que los dialectos tengan que desaparecer, en Suiza el alemán suizo está muy vivo por ejemplo. Y en Noruega pues tienen hasta dos versiones estándar una enfocada en el danés y otra en los dialectos noruegos.