Ahna Capri
Anna Marie Nanasi
- Desde
- 15 Nov 2021
- Mensajes
- 6.922
- Reputación
- 2.205
Aquí o somos todos jovenlandeses o todos cristianos, que criminólogos ya hay muchos.
Utilizamos al capitán Jose Manuel Hidalgo para lo que nos conviene, pues menudo chollazo no?
•Una escena del crimen en la que sí había manchas de sangre•
Hay muchas cosas que el teniente Hidalgo vio durante aquellos dos largos meses de investigación que nunca contará, “por secreto profesional pero también por humanidad”. Porque detrás de los crímenes, brutales, había unas familias destrozadas, unos padres que vivieron lo peor que les puede tocar vivir. Pero sí hay cosas que el teniente Hidalgo cuenta
Como el hecho de que sí hubiera, en contra de algunas de las versiones que circularon en su día, restos de sangre en la caseta en la que se llevaron a cabo las torturas de las niñas. “En la parte baja no se pudo encontrar nada porque el suelo estaba lleno de basura, pero en la parte superior, donde se encontró el colchón, y que tenía suelo de madera, sí se encontraron restos de sangre, micromanchas y alguna gota. No era una imagen dantesca, de grandes hemorragias, pero sí había sangre".
Esa fue la edificación que se convirtió en el escenario de un calvario difícil de imaginar, en el que Miguel Ricart y Antonio Anglés, según la investigación y la sentencia, llevaron a cabo todo tipo de vejaciones y torturas en los cuerpos de las chicas. Sin embargo, el lugar de los homicidios, y la tumba de las chicas, fue a unos 500 metros de la caseta, en el exterior, en una fosa que habían cavado los autores de los crímenes y en las que les descerrajaron el tiro mortal a Miriam, Toñi y Desirée, aunque una de ellas estaba ya agonizante.”..
Utilizamos al capitán Jose Manuel Hidalgo para lo que nos conviene, pues menudo chollazo no?
•Una escena del crimen en la que sí había manchas de sangre•
Hay muchas cosas que el teniente Hidalgo vio durante aquellos dos largos meses de investigación que nunca contará, “por secreto profesional pero también por humanidad”. Porque detrás de los crímenes, brutales, había unas familias destrozadas, unos padres que vivieron lo peor que les puede tocar vivir. Pero sí hay cosas que el teniente Hidalgo cuenta
Como el hecho de que sí hubiera, en contra de algunas de las versiones que circularon en su día, restos de sangre en la caseta en la que se llevaron a cabo las torturas de las niñas. “En la parte baja no se pudo encontrar nada porque el suelo estaba lleno de basura, pero en la parte superior, donde se encontró el colchón, y que tenía suelo de madera, sí se encontraron restos de sangre, micromanchas y alguna gota. No era una imagen dantesca, de grandes hemorragias, pero sí había sangre".
Esa fue la edificación que se convirtió en el escenario de un calvario difícil de imaginar, en el que Miguel Ricart y Antonio Anglés, según la investigación y la sentencia, llevaron a cabo todo tipo de vejaciones y torturas en los cuerpos de las chicas. Sin embargo, el lugar de los homicidios, y la tumba de las chicas, fue a unos 500 metros de la caseta, en el exterior, en una fosa que habían cavado los autores de los crímenes y en las que les descerrajaron el tiro mortal a Miriam, Toñi y Desirée, aunque una de ellas estaba ya agonizante.”..