Existen ciertos paralelismos que me parecen muy curiosos entre ambos casos.
Netflix’s The Sons of Sam: A Descent into Darkness re-examines the infamous New York serial killer through the eyes of one man’s obsession with the case
www.theguardian.com
- Existió una gran presión ciudadana para que se capturase al asesino y se cerrase la investigación.
- Se produjeron ciertas irregularidades que abonaron el terreno para una teoría de la conspiración.
- Parece probable que Berkowitz tuviera al menos dos cómplices, en este caso dos vecinos suyos que eran hermanos.
- Un periodista, que convirtió el caso en la obsesión de su vida, defendió hasta sus últimos días que esos tres criminales eran miembros de un grupo más amplio, de marcado carácter satánico.
El director de la reciente serie de Netflix, Joshua Zeman, concluye que "existen múltiples evidencias que sugieren que el caso no se cerró adecuadamente y debería reabrirse." La serie explora la espesa niebla que surge cuando la desconfianza y la urgencia se convierten en pensamientos conspirativos. "Eso es lo que sucede cuando tienes narrativas originales que no son transparente. Si la policía hubiese sido transparente al principio nunca se habría llegado a ese punto."
Aquí, en cambio, la serie de Netflix sobre el caso Alcasser termina con un alegato contra la violencia de género metido con calzador. Así nos va.