Ahna Capri
Anna Marie Nanasi
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@ander77
Su centro preferido de "operaciones" era el corral de Alborache, que era algo menos agreste y más cercano a civilización. Lo que no quiere decir que su estancia en la Romana fuera una invención, también frecuentaban la estación abandonada de Villamarchante, conviviendo con los etnianos.
Hasta Septiembre de 1.992 lo más cercano a la Romana que frecuentaban era el campamento de Pla de Cerezo, que está kilómetros más abajo, sin embargo vieron que por ahí sí accedía la G.C de vez en cuando, y entonces Antonio Anglés preguntó a Ricardo, el hermano misántropo y campero, por algún otro lugar más escondido, y éste le presentó la caseta de la Romana.
Ningún cazador u otra persona ha podido aseverar que los viera inconfundiblemente por las casetas y quizá desde Septiembre 1.992 a Enero de 1.993 no estuvieron muchas veces en la Romana, pero algunas si.
•Ricart en juicio:
"cuando tenia problemas se subía allí"
Para desintoxicar a Roberto estuvieron unos días en la caseta.
Mauricio reconoce haber estado haciendo una paella en Octubre.
Ricart que fue a recoger ropa de Antonio Anglés, sin entrar en la caseta, en otra ocasión, una moto.
También la pistola, para hacer el atraco en Diciembre.
Pintada en la pared de la caseta "roberto cataroja"
Evidencias de que conocían y usaban la caseta las hay, aunque seguramente, no muchas veces, no como refugio más habitual.
De extraño poco tiene que unos «robaperas» que están con frecuencia en busca y captura escojan un lugar recóndito y de difícil acceso, de eso se trata, que sea tan de difícil acceso que no vaya por allí la policía o la GC.
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José Manuel Cabarcos Sacristán, Policía Local de Catadau y conocedor del Paraje de la Romana, (f.l al 12),
JOSÉ MANUEL CARBACOS SACRISTÁN
Juramentado y advertido legalmente declara:
AL LETRADO DE LA ACUSACIÓN PARTICULAR
"Que las zonas de Catadau y Llombay las conozco porque soy policía local de Catadau. Que en el verano del 92, Miguel Ricart y Antonio Anglés en compañía de alguien de su familia, acamparon en una zona de Catadau, la verdad conocerlo, no lo he visto personalmente, en ningún momento, después de que ocurrieran todos los hechos de aparecer los cuerpos se relacionó que habían estado por ahí acampados, en el Pla Xereso. Que creo que la guardia civil enseñó unas fotos de Antonio Anglés, y una persona del pueblo reconoció que es el que había estado por ahí acampado. Que mis compañeros me dijeron que subieron una vez con la guardia civil de LLombay porque la gente estaba un poco alarmada porque subía gente joven con motos y que ocurrían robos en vehículos, incluso hubo un robo en un bar, y que las personas que acampaban por ahí podían tener algo que ver y se subió arriba pero no se encontró a nadie. Que no tenia conocimiento en absoluto de que hubiera algo relacionado con drojas."
Su centro preferido de "operaciones" era el corral de Alborache, que era algo menos agreste y más cercano a civilización. Lo que no quiere decir que su estancia en la Romana fuera una invención, también frecuentaban la estación abandonada de Villamarchante, conviviendo con los etnianos.
Hasta Septiembre de 1.992 lo más cercano a la Romana que frecuentaban era el campamento de Pla de Cerezo, que está kilómetros más abajo, sin embargo vieron que por ahí sí accedía la G.C de vez en cuando, y entonces Antonio Anglés preguntó a Ricardo, el hermano misántropo y campero, por algún otro lugar más escondido, y éste le presentó la caseta de la Romana.
Ningún cazador u otra persona ha podido aseverar que los viera inconfundiblemente por las casetas y quizá desde Septiembre 1.992 a Enero de 1.993 no estuvieron muchas veces en la Romana, pero algunas si.
•Ricart en juicio:
"cuando tenia problemas se subía allí"
Para desintoxicar a Roberto estuvieron unos días en la caseta.
Mauricio reconoce haber estado haciendo una paella en Octubre.
Ricart que fue a recoger ropa de Antonio Anglés, sin entrar en la caseta, en otra ocasión, una moto.
También la pistola, para hacer el atraco en Diciembre.
Pintada en la pared de la caseta "roberto cataroja"
Evidencias de que conocían y usaban la caseta las hay, aunque seguramente, no muchas veces, no como refugio más habitual.
De extraño poco tiene que unos «robaperas» que están con frecuencia en busca y captura escojan un lugar recóndito y de difícil acceso, de eso se trata, que sea tan de difícil acceso que no vaya por allí la policía o la GC.
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José Manuel Cabarcos Sacristán, Policía Local de Catadau y conocedor del Paraje de la Romana, (f.l al 12),
JOSÉ MANUEL CARBACOS SACRISTÁN
Juramentado y advertido legalmente declara:
AL LETRADO DE LA ACUSACIÓN PARTICULAR
"Que las zonas de Catadau y Llombay las conozco porque soy policía local de Catadau. Que en el verano del 92, Miguel Ricart y Antonio Anglés en compañía de alguien de su familia, acamparon en una zona de Catadau, la verdad conocerlo, no lo he visto personalmente, en ningún momento, después de que ocurrieran todos los hechos de aparecer los cuerpos se relacionó que habían estado por ahí acampados, en el Pla Xereso. Que creo que la guardia civil enseñó unas fotos de Antonio Anglés, y una persona del pueblo reconoció que es el que había estado por ahí acampado. Que mis compañeros me dijeron que subieron una vez con la guardia civil de LLombay porque la gente estaba un poco alarmada porque subía gente joven con motos y que ocurrían robos en vehículos, incluso hubo un robo en un bar, y que las personas que acampaban por ahí podían tener algo que ver y se subió arriba pero no se encontró a nadie. Que no tenia conocimiento en absoluto de que hubiera algo relacionado con drojas."
