Si, si, rema, rema. No es por casualidad que cuando pasas cerca de una lorealista con crios, esta se ponga a gritar y hablar en voz alta contando su vida y lo que tiene o deja de tener en su casa para que la oigan los demás.
Ahora que ya ha petado la burbuja, ya nadie presume en voz alta cuando pasea con sus crios por la calle, ni le da al mando a distancia para desbloquear la puerta del coche cuado pasas justo por al lado, para presumir y decirte "eh, ese coche es mio". :
: No es por casualidad..
Si, si, todas esas tonterías hacíais en la época de la burbuja y la de estupideces que os tocará pagar, porque las tonterías pagan factura..
La diferencia es que yo hablo sin tapujos, no porque sea un bruto sin picardía, sino porque a veces estoy cansado hasta las pelotas y no me apetece tomarme la molestia de revestir de terciopelo mis afilados argumentos para no ser atacado, cuando quiero en realidad decir lo mismo.
Podría ser mas sutil, pero paso. Paso de tomarme la molestia con gente que no lo merece. Saludos.
Pero ¡hombre!.....¡¡qué divagaciones acerca de experiencias concretas y unitarias estás colándonos!! Está muy mal inferir que TODO el mundo es de tal manera porque has sido testigo de comportamientos ridículos y narcisistas. Te mereces un bofetón.
Tienes que aprender, joven inexperto, que, cómo dicen los ingleses: Shit happens..... Es decir, en el mundo pasan cosas malas: accidentes, enfermedades, contrariedades, agresiones gratuitas, físicas o verbales, caos, incomprensión, injusticias, fin, desolación....
Y a cada uno le pasan cosas jodidas. Cada uno tiene su cosa. Lo que pasa es que, a juicio de cada uno, la cosa de cada uno es menos molesta que la de los demás. Y este evidencia es lo que hace que, junto con actitudes de gañanería innata, de insensibilidad o desprecio a los demás, exista MUCHA gente que echa su cosa a los demás de manera irresponsable y agresiva.
Y esa cosa puede ser física, o psiquica: sus ruidos, sus basuras, sus pensamientos de repruebo o de deseo de venganza, de destrucción, sus malos rollos de cabecita.
Existen molestias de muchos miembros de la gañanería con los que tenemos que convivir: los que escupen al suelo, a ellos no les molesta, les da igual los demás. Los que fuman idem. Los que echan el contenido de los ceniceros a la calle, los que hacen botellón o dan gritos bajo viviendas a altas horas de la madrugada, los que huelen a sudor o a cosa, los que suben los coches a las aceras, los que dejan la cosa y los pises de sus mascotas en cualquier lugar de las aceras, los que tienen el portal comunitario hecho una cosa, los que tiran sarama por el patio, los que usan los urinarios como una cloaca, meando y cagando fuera y sin limpiarlo luego, los que no se apartan en las aceras o pasos estrechos que ocupan en desenfadada charla con algún conocido, los amigos o conocidos que se empeñan en deprimirte o amargarte con sus historias de desgracia desde la infancia.......e infinitos casos más.
Los que no responden al mal comportamiento de sus hijos en público son otros miembros de la gañanería: les da igual las molestias que ocasionan sus hijos a los demás. Esos también tendrán más ocasiones en las que manifiesten ese desprecio e insensibilidad con los demás.
En el mundo hace falta mucho ajo y agua: a jorobarse y aguantarse. Conviene hacer primero a los agresores las molestias que ocasionan. Pero lo normal es que el gañan sea insensible a todas las molestias que ocasiona en los demás. Esto es el principio de la tolerancia: la tolerancia no es un valor en si mismo. Es una manera de no estar siempre a la gresca con los que te molestan, con los que son diferentes o, directamente, con los que desprecian, o agreden de forma sutil a los demás.
Si tu ves casos de padres gañanes que no tienen sensibilidad con los demás, házselo ver de manera educada si tienes que compartir espacio con ellos. Si no dices nada ¿de qué te quejas? No seas "tolerante" desde el principio. No tengas miedo de parecer tocapelotas. En España hace falta que la gente sea capaz de decir las cosas, de reclamar a los demás educadamente. Si no, los gañanes ni se dan cuenta de su gañanería. Sólo el conflicto diario con los demás les hará ver que son molestos, que agreden, que estorban, que tienen que tenner más cuidado con los demás.