Alexander the Grape
Madmaxista
Señores, hamijos y shurmanos todos, están ustedes viviendo el colpaso del modelo económico reinante desde hace 20 años. Está agotado. Las tasas de ganancia necesarias para que un negocio, sea negocio sólo se pueden generar de forma especulativa, parasitando la economía real y respaldándose en los estados que le bailan el agua a los poderes financieros para asegurarse un bonito retiro dorado, puertas giratorias lo llaman. Los modelos industriales de lenta rotación de capital o el aburrido negocio bancario sin elevado apalancamiento y seria revisión de garantías son cosa del pasado. Hoy en día, nosotros, hijos de la cultura del pelotazo, de los tiburones de wall street y de la deformación ideológica basada en el "tiempo de la ideología ha pasado" asistimos al fin de dicha ilusión.
Mucho se ha discutido aquí sobre los límites de los modelos económicos y postulados neoclásicos que conforman el cuerpo actual la ciencia económica. Yo, desde mi humilde y superficial conocimiento de la misma ya advertí en la facultad que aquellos textos se colocaban como lo que son, modelos. Olvidamos frecuentemente que detrás de lo oferta y la demanda hay personas. Recientemente escuché algo que me recordó mi primer año de empresariales, "la economía es una ciencia instrumental no de fines." En otras palabras, como un arquitecto usa su ciencia para construir una casa, un economista debería usar su ciencia para definir el flujo de intercambios (en esto coincido con la visión líquida y dinámica de Marx del Capital) para las personas. Este argumento en apariencia de cajón, es lo que se quedó atrás cuando el keynesianismo y el contrato social empezó a mostrar signos de agotamiento para alumbrar la nueva era.
Este chiquillo, criado por Friedman y otros ya ha crecido, paralelismos hay entre él, Jupiter y Kronos, pues al padre que devoraba a sus hijos, le sucede el hijo parricida. El Estado, capaz de embridar y absorver el libre intercambio mediante regulación o corruptela, ha sido maniatado y reducido, a la espera de ser ejecutado. Ese día ya ha llegado, lo anunció Draghi cuando dijo que el Estado del bienestar europeo estaba muerto.
Lo que me sorprende es que nadie haya sido capaz de advertir el fin del modelo que se esperaba implementar, este se inició con el experimento de las subprime en EEUU, una suerte de "capitalismo popular" con altas dosis de inconsciencia e ignorancia amparadas por los falsimedia y otros mamporreros del poder. Para los neomarxistas este hecho no pasó desapercibido y resucitaron la teoría de la onda larga que vivimos.
La progresiva implementación de trabas e inacción política de los Estados, junto con la corrupción rampante de las estructuras públicas, son el resultado de esa suerte de socialismo para ricos en que vivimos instaurado única y exclusivamente para salvar el trastero de unos pocos a costa de los demás. El problema, que nadie supo o quiso preveer es que las consecuencias del parasitismo de tal modelo están matando al huesped. Recuerden que el mundo es hoy multipolar, con diferentes centros de poder, y la competencia entre países, salvaje. Ahora que la burbuja de activos fantasma y deuda volverá a estallar con fuerza arrasando lo que queda de los estados, se hace necesario y urgente pensar muy bien cómo vamos a afrontarlo y superarlo. El capitalismo se ha demostrado un sistema ágil y dínamico, capaz de recuperarse de la catástrofe, en mi opinión eso es gracia a que en el fondo está gobernado por seres humanos, infinitamente buenos en el juego de adaptarse y trascender. Ahora bien, eso es posible gracias a la instrumentalización de los recursos de una biosfera, cada vez más tóxica y devastada.
Mi única esperanza es que en medio del caos, se imponga la razón y se articule una oposición de valores que nos conduzca hacia un futuro, al menos soportable. No es tan dificil y los medios técnicos están ahí, todos podemos tener garantizado un techo, comida, ropa que ponerse, atención sanitaria, trabajo (repartido entre todos) y educación. No es la vida lujosa que promenten los anuncios de loewe, sería una vida de austeridad (ojo, que no necesidad ) pero al menos podríamos relacionarnos como seres humanos iguales y libres.
Cómo escribió una vez Carl Sagan: " Jefferson era un estudioso de la historia, no sólo la historia acomodaticia y segura que alaba nuestra propia época, país o grupo étnico, sino la historia real de los humanos reales, nuestras debilidades además de nuestras fuerzas. La historia le enseñó que los ricos y poderosos roban y oprimen si tienen la más mínima oportunidad. Describió los gobiernos de Europa, a los que pudo contemplar con sus propios ojos como embajador americano en Francia. Decía que bajo la pretensión de gobierno, habían dividido a sus naciones en dos clases: lobos y ovejas. Jefferson enseñó que todo gobierno se degenera cuando se deja solos a los gobernantes, porque éstos —por el mero hecho de gobernar— hacen mal uso de la confianza pública. El pueblo en sí, decía, es la única fuente prudente de poder."
Mucho se ha discutido aquí sobre los límites de los modelos económicos y postulados neoclásicos que conforman el cuerpo actual la ciencia económica. Yo, desde mi humilde y superficial conocimiento de la misma ya advertí en la facultad que aquellos textos se colocaban como lo que son, modelos. Olvidamos frecuentemente que detrás de lo oferta y la demanda hay personas. Recientemente escuché algo que me recordó mi primer año de empresariales, "la economía es una ciencia instrumental no de fines." En otras palabras, como un arquitecto usa su ciencia para construir una casa, un economista debería usar su ciencia para definir el flujo de intercambios (en esto coincido con la visión líquida y dinámica de Marx del Capital) para las personas. Este argumento en apariencia de cajón, es lo que se quedó atrás cuando el keynesianismo y el contrato social empezó a mostrar signos de agotamiento para alumbrar la nueva era.
Este chiquillo, criado por Friedman y otros ya ha crecido, paralelismos hay entre él, Jupiter y Kronos, pues al padre que devoraba a sus hijos, le sucede el hijo parricida. El Estado, capaz de embridar y absorver el libre intercambio mediante regulación o corruptela, ha sido maniatado y reducido, a la espera de ser ejecutado. Ese día ya ha llegado, lo anunció Draghi cuando dijo que el Estado del bienestar europeo estaba muerto.
Lo que me sorprende es que nadie haya sido capaz de advertir el fin del modelo que se esperaba implementar, este se inició con el experimento de las subprime en EEUU, una suerte de "capitalismo popular" con altas dosis de inconsciencia e ignorancia amparadas por los falsimedia y otros mamporreros del poder. Para los neomarxistas este hecho no pasó desapercibido y resucitaron la teoría de la onda larga que vivimos.
La progresiva implementación de trabas e inacción política de los Estados, junto con la corrupción rampante de las estructuras públicas, son el resultado de esa suerte de socialismo para ricos en que vivimos instaurado única y exclusivamente para salvar el trastero de unos pocos a costa de los demás. El problema, que nadie supo o quiso preveer es que las consecuencias del parasitismo de tal modelo están matando al huesped. Recuerden que el mundo es hoy multipolar, con diferentes centros de poder, y la competencia entre países, salvaje. Ahora que la burbuja de activos fantasma y deuda volverá a estallar con fuerza arrasando lo que queda de los estados, se hace necesario y urgente pensar muy bien cómo vamos a afrontarlo y superarlo. El capitalismo se ha demostrado un sistema ágil y dínamico, capaz de recuperarse de la catástrofe, en mi opinión eso es gracia a que en el fondo está gobernado por seres humanos, infinitamente buenos en el juego de adaptarse y trascender. Ahora bien, eso es posible gracias a la instrumentalización de los recursos de una biosfera, cada vez más tóxica y devastada.
Mi única esperanza es que en medio del caos, se imponga la razón y se articule una oposición de valores que nos conduzca hacia un futuro, al menos soportable. No es tan dificil y los medios técnicos están ahí, todos podemos tener garantizado un techo, comida, ropa que ponerse, atención sanitaria, trabajo (repartido entre todos) y educación. No es la vida lujosa que promenten los anuncios de loewe, sería una vida de austeridad (ojo, que no necesidad ) pero al menos podríamos relacionarnos como seres humanos iguales y libres.
Cómo escribió una vez Carl Sagan: " Jefferson era un estudioso de la historia, no sólo la historia acomodaticia y segura que alaba nuestra propia época, país o grupo étnico, sino la historia real de los humanos reales, nuestras debilidades además de nuestras fuerzas. La historia le enseñó que los ricos y poderosos roban y oprimen si tienen la más mínima oportunidad. Describió los gobiernos de Europa, a los que pudo contemplar con sus propios ojos como embajador americano en Francia. Decía que bajo la pretensión de gobierno, habían dividido a sus naciones en dos clases: lobos y ovejas. Jefferson enseñó que todo gobierno se degenera cuando se deja solos a los gobernantes, porque éstos —por el mero hecho de gobernar— hacen mal uso de la confianza pública. El pueblo en sí, decía, es la única fuente prudente de poder."