ASESINOS AL SERVICIO DE LA II REPUBLICA.- XXVI
Publicado el
diciembre 8, 2010 por
ANTON SAAVEDRA RODRIGUEZ
Agapito GARCIA ATADELL, creó la Brigada de la Investigación Criminal que con el beneplácito del gobierno de la República instló su "cheka" en el palacio del Paseo de la Castellana, empleando los archivos del propio Ministerio de la Gobernación para lllevr a cabo sus crimenes y saqueos.
“Agapito GARCIA ATADELL no era más que un bandido, un canalla, pura y simplemente, que se proclamaba socialista. En los primeros meses de la guerra había creado en Madrid, con un pequeño grupo de asesinos, la siniestra BRIGADA DEL AMANECER. Por la mañana temprano, penetraban por la fuerza en una casa burguesa, se llevaban a los hombres “de paseo”, violaban a las mujeres y robaban cuanto caía al alcance de su mano. Garcia, a quien los fascistas buscaban ávidamente, era una de las verguenzas de la REPUBLICA”
LUIS BUÑUEL ( Director de cine y republicano)
Quede dicho y escrito por mi parte que la mayor culpa y la responsabilidad más alta de aquella
incivil guerra en nuestro país la tuvieron quienes,
renegando de su juramento, levantaron las armas contra el gobierno de la II REPUBLICA – en realidad, los republicanos hacía tiempo que no
“pintaban” absolutamente nada en el
gobierno FRENTEPOPULISTA de Francisco LARGO CABALLERO, como no fuera de tapadera para protestar contra la ayuda que
Alemania e Italia aportaban a los insurrectos que luchaban
“contra un gobierno legal salido de las elecciones de febrero de 1936”, o para quejarse ante la asamblea de
GINEBRA y pedir ayuda en favor de un gobierno
“legítimo” – y también quienes les apoyaron sosteniendo y propiciando la asonada, pero ello en absoluto exonera de responsabilidad por sus
errores y horrores a los partidos que formaban el gobierno de
FRENTE POPULAR y mucho menos a los termocéfalos y antidemócratas que, disfrazados de revolucionarios, primero maltrataron a la
República y más tarde, durante la guerra, cometieron todo tipo de robos y asesinatos entre la población.
Siendo cierto que la represión en la retaguardia franquista fue mucho mayor que en la zona frentepopulista, y que la misma se prolongó hasta la muerte del dictador
– ¡ claro que hubiese sido muy deseable que la madre que parió a FRANCO, se hubiese cerrado de piernas a la hora de alumbrar semejante alimaña ! – no es menos cierto que los defensores de la causa de la
REPUBLICA actuaron, en muchas ocasiones – demasiadas -, con la misma crueldad y frialdad que los golpistas. Y, lo más grave, no siempre desde el descontrol que la inexistencia de un Estado facilitaba, sino con el
beneplácito de las autoridades del gobierno FRENTEPOPULISTA. Afirmar, como se hace muy a menudo, que los asesinatos en la zona republicana fueron realizados por gente sin ningún control por parte de las autoridades del gobierno
Frentepopulista es, lisa y llanamente, falso de toda falsedad a juzgar por la cantidad de documentos y testimonios que certifican cada palabra de mis escritos. ¿ También eran
“incontrolados” los que asesinaron a un luchador antifascista como
Andrés NIN ? ¿Quien o quienes eran los
“incontrolados” que, formando parte de la
JUNTA DE DEFENSA DE MADRID presidida por el
General MIAJA, caso concreto de
Santiago Carrillo y el otro asturiano anarquista
Amor NUÑO, controlaban los asesinatos que se llevaron a cabo en
PARACUELLOS DEL JARAMA y otros lugares?
Agapito GARCIA ATADELL, Antonio LINO y Pedro PENABAD Rodriguez, planificando, en las dependencias gubernamentales del FRENTE POPULAR, alguno de sus miles de asesinatos y robos a la ciudadanía
¡ NO, mil veces NO !
Me niego rotundamente a tener que aceptar ese maniqueismo que, en nombre de la Ley 52/2007 sobre la MEMORIA HISTORICA, trata de colocar los malos en un bando y los buenos en el otro; los verdugos en el mismo bando de los malos y las víctimas en el bando de los buenos; los inocentes en el bando de los perdedores y los culpables en el bando de los ganadores. Aquí hemos perdido TODOS, pero todos, al fin y al cabo, y si no conseguimos, entre TODOS, acceder a la VERDAD DE LA HISTORIA, la cual nada tiene que ver con esa otra “Memoria inventiva”, elaborada por esos conocidos “fabricantes de historias”, ¿cómo podremos coronar con éxito el llamamiento al “¡ NUNCA MAS !” ?
Mil veces aparecen descritos en la prensa de la época los horrores que siguieron en los inicios de la
Guerra Incivil Española, siendo uno de los mayores asesinos el gallego y
“socialista” del PSOE, Agapito GARCIA ATADELL, al que nos referimos en el presente artículo. En efecto, cuando estalló la contienda organizó en Madrid el grupo llamado
MILICIA POPULAR DE INVESTIGACION dedicado al
robo, el saqueo y el asesinato múltiple, participando en varias
“CHEKAS” y creando la de la
Brigada de Investigación Criminal que con el beneplácito de las autoridades del gobierno
FRENTEPOPULISTA – en la prensa madrileña eran frecuentes los elogios a la
Brigada de ATADELL e incluso existen fotografías de visitas realizadas por el mismísimo ministro
“socialista” del PSOE, Anastasio DE GRACIA – quedó instalada en un Palacio de la Castellana, empleando los archivos del propio
Ministerio de la Gobernación para perseguir a la gente etiquetada como de derechas y católicos. Al correr de aquellas alucinantes y trágicas jornadas, las partidas de
pistoleros y “chekistas” se hicieron los dueños de la capital madrileña. El
modus operandu era con las primeras sombras o en la alta madrugad: el automóvil de turismo, con su piquete ejecutor, seguido siempre de la camioneta para cargar el producto del robo.
¡ A qué grado de vileza y de crueldad llegarían la
Escuadrilla del AMANECER y la Brigada de LOS LINCES DE LA REPUBLICA para alcanzar fama y celebridad en aquel caos teñido de sangre ! Sin embargo, todas fueron superadas por la
BRIGADA del “socialista” ATADELL, con sede en
Castellana. No hay idea del espanto que ese nombre producía en
Madrid. Cuando los coches de la brigada – todos llevaban el fatídico letrero, con esmalte blanco, sobre los capós – cruzaban la calles de la ciudad, las piernas de los viandantes temblaban y sus rostros palidecían intensamente, según testimonios y prensa de la época. Uno de aquellos automóviles parado frente a un portal, era signo de muerte próxima, y así hasta un número superior a las
DOS MIL PERSONAS FUSILADAS, durante el periodo comprendido entre los primeros días de agosto y los primeros de noviembre del año 1936. Pero nadie mejor que el propio
ATADELL con su proclama, realizada el
15 de julio de 1937, al pie del cadalso:
“En esta hora suprema, hora de luz, hora de verdad en que voy a presentarme ante el supremo juez, a dar cuenta completa de mi vida, declaro que abomino y detesto las erróneas y perniciosas doctrinas que he practicado. ¡Pido de todo corazón perdón por mis enormes delitos! ¡ Ruego a los que he arrastrado al error y al mal con mis palabras y ejemplo que, ahora que aún es tiempo, los abandonen y se conviertan; no hay más que una verdad, que es Dios; no hay más que un maestro, Jesucristo; no hay más que una luz, la de la iglesia católica. ¡ VIVA CRISTO REY ! ¡ VIVA ESPAÑA !
La cuestión era que este
asesino arrepentido, temiendo caer en las manos de los sublevados que avanzaban peligrosamente sobre Madrid y amenazado por la
F.A.I. y los comunistas decidió, junto con sus indeseables
Luis Ortuño, Pedro Penabad y Angel Pedrero, preparar la huída de Madrid. En sólo tres meses,
ATADELL se había convertido en un hombre rico gracias a las numerosas requisas efectuadas en los domicilios de las víctimas. Camino de Alicante, donde arregló su pasaporte en el Consulado cubano, embarcaron en el
“25 de Mayo” hasta
Marsella – allí vendieron unos brillantes por 84.000 francos – y se dirigieron a
Saint Nazaire, tomando pasaje en el buque de la Trasatlántica francesa
MEXIQUE con destino a
CUBA, en busca de una vida fácil y regalada, junto a sus respectivas amantes.
Se las prometían todos muy felices a bordo del barco, dejando una
ESPAÑA en guerra; un país sumido en la miseria, sin esperanza ni horizonte, dividido en dos mitades irreconciliables. Dejaban tras de sí un auténtico infierno al que ellos habían contribuido asesinando a miles de personas inocentes que luego tiraban a las fosas comunes o abandonaban a su suerte en descampados y callejones
– todo ser humano tiene derecho al duelo por parte de quellos que lo amaron en vida, y ese duelo, aunque a los verdugos se les suele olvidar, exige la presencia del cadáver con el fin de poder enterrar dignamente los restos del difunto – pero cuando el
MEXIQUE atracó en el
Puerto de Santa Cruz de la Palma,
ATADELL y sus sicarios eran detenidos por la policía, después de una rocambolesca operación iniciada en el puerto de
La Coruña. Los sueños de grandeza de aquel
“socialista” se desvanecieron en un instante, hasta el punto de que con fecha
30 de junio de 1937, a las diez en punto de la mañana, en una de las salas de la
Audiencia Territorial de Sevilla, se iniciaba el
Consejo de Guerra que dictaría la
SENTENCIA DE MUERTE por la monstruidad de los delitos cometidos por
Agapito GARCIA ATADELL, que había nacido en la localidad gallega de
Vivero el 28 de mayo de 1902. Al igual que el otro gallego de
EL FERROL, tampoco hubiera pasado nada si la madre que lo parió también se hubiera cerrado de piernas a la hora del parto.
ANTON SAAVEDRA