Y luego dirán que luchan contra el racismo.
No pasa nada, se llevarán hostiones en taquilla como aquellos que decidieron que una película de Terminator era ideal para meter su propaganda feminista radical y anti-trump.
Que ellos hagan lo que quieran. Igual que el público, quien puede apoyar la iniciativa o darle la espalda. Algún día se cansarán de perder dinero, pero para ello necesitan pasarlo tan mal como con su trilogía de StarWars, de la que, de puertas para afuera se muestran orgullosos pero de puertas para adentro (y eso lo sabe todo el mundo) se morirían por borrarlas de la existencia.