Si comes menos azúcar y harinas y comes mucho de lo que sea que no sea aire y estás en el sofá, vas a sufrir de sobrepeso, y si por tu fisionomía no engordas tanto, vas a tener una salud de un octogenario a los 30 años.
Realizando actividad física de acuerdo a la ingesta de azúcares que realizas lo aprovechas y eliminas todo el exceso del cuerpo. Obviamente lo ideal es la nutrición variada, etc. pero no es lo que cuestiona el título.
Su premisa es que el componente principal de la obesidad es el sedentarismo y la sobrealimentación, y que la principal forma de combatirlo es comiendo menos y moviéndose más.
Lamentablemente, tanto los estudios científicos como la experiencia
del 99% DE LOS CASOS indica que eso es
FALSO.
Entiendo que piense así, nos llevan martilleando con esa trola los últimos 50 años; al mismo tiempo, el porcentaje de obesos y diabéticos tipo 2 no deja de subir EN TODO EL MUNDO, pese a que NUNCA se ha hecho tanto ejercicio ni tanta dieta como ahora.
¿No se le hace un poco raro?
En los 70 hacer deporte era cosa de chavales, correr era algo que no hacías salvo que tuvieras prisa, y los gimnasios eran lugares de mala muerte en los que se juntaba la gente de mal vivir. En la mayor parte del mundo la agricultura ya estaba mecanizada y los trabajos físicos eran tan minoritarios como lo son hoy. Es más, buena parte de la población ni siquiera estaba en el mercado laboral, se quedaba en casa y cuidaba de los hijos.
Sin embargo, el % de obesos en USA (por decir uno) era del 16% y hoy roza el 40%
Mire, el sobrepeso es un problema multifactorial, y como tal se puede atacar desde muchos flancos.
No obstante, una vez se entiende que la sensibilidad a la insulina es el nudo gordiano del sobrepeso, todo encaja: alcanzamos un peso saludable cuando logramos recuperar la sensibilidad a la insulina perdida, cuando logramos mantener niveles bajos de insulina en sangre.
¿El ejercicio ayuda? Pues claro: mejora (siquiera temporalmente) la sensibilidad a la insulina del aparato muscular, de forma que tras hacer ejercicio, si comemos, necesitaremos menos carga insulínica para mantener estables los niveles de glucosa.
¿Comer menos ayuda? Evidentemente: al comer menos, también (en general) comemos menos de aquellos alimentos que nos suben la glucemia y que, como consecuencia, aumentan la insulinemia.
Pero en realidad, lo más eficiente es hacer aquello que MEJOR controle los niveles de insulina en sangre con el MENOR esfuerzo por nuestra parte.
Si las intervenciones fueran superhéroes, el deporte sería Robin, mientras que una dieta baja en azúcares, harinas y refinados sería Batman.
No es que Robin no sirva para nada, pero desde luego no es el prota de la historia.
Y sí, en algunas aventuras Batman no podría salir airoso sin la ayuda de Robin, pero Robin por sí solo en general se come una hez como un pan.
Una dieta hipocalórica sería Kick-ass, es decir, un augusto disfrazado que SE CREE un superhéroe, pero que a la hora de la verdad estorba más de lo que ayuda.
Todos ellos se quedan en mantillas frente a Superman:
el ayuno.
O como usted dice, comer aire, cosa de la que también se ha hablado largo y tendido en este hilo y el anterior.
EN RESUMEN: de todas las cosas que se pueden hacer para perder GRASA (que no peso: adelgazar saludablemente es perder grasa, pesar menos porque estás deshidratado o porque estás dañando tu masa muscular o tu densidad ósea es hacer el fulastre), el deporte no es ni de lejos la más efectiva, ni la más eficiente.