El final no será un triunfo histórico de la Iglesia Católica, sinó de la manifestación de Dios en todo el Orbe. Pero igualmente el diablo no prevalecerá sobre ella. Así está escrito que ocurrirá.
Muchos son los llamados y pocos los escogidos. La salvación no se mide por la cantidad sinó por la calidad de los cristianos. Los que entran por la puerta ancha que lleva a la perdición son muchos, nosotros debemos pasar por la puerta estrecha que conduce a la virtud y la eternidad.
Los vanales son materialistas y superficiales, los hombres de honor son trascendentales y virtuosos.
O como dice la Virgen Stma: Llamo a mis elegidos, ese poco número que ahí veis, olvidados del Mundo, llamo, en fin, a los apóstoles de los últimos tiempos.