No hay owned. Iglesias tiene razón en lo que dice, pero no invalida en modo alguno la tesis de Abascal, pues el PIN parental no se inmiscuye en el currículo, sino que se dirige a esas "actividades" extraescolares más que sospechosas e innecesarias.
En un país en que la educación de calidad fuese un objetivo estratégico prioritario y no un arma arrojadiza entre partidos que sacan una nueva Ley de Educación cada 4 años, no harían falta esas charlas y talleres cuyo único objetivo es trasvasar dinero público a los bolsillos de los responsables de esas asociaciones. Yo soy del 81 y no recibí ni una charla o taller de esos en toda mi vida escolar; aprendí todo lo necesario sobre valores y derechos y libertades fundamentales, pautas básicas de educación sensual, y el respeto que merecen todas las personas con independencia de su orientación sensual o su forma de vida, de la mano de maestros y profesores admirables. A partir de 6º de EGB íbamos dos horas por las tardes, en que recibíamos no charlas o talleres adoctrinadores, sino clases de refuerzo en matemáticas e inglés, al mismo tiempo que nos daban nociones básicas sobre dibujo técnico. ¡Con 11 años! Todo ello proporcionado gratuitamente por el centro, gracias a un director que había empezado la tradición 40 años antes de nosotros, y que aún hoy está vigente.
Las únicas actividades extraescolares que deberían existir son las que impliquen salida del centro (visita a un museo, a un monumento, a una fábrica o centro de investigación, etc). Como eso, hoy por hoy, no es así, el PIN parental es una herramienta útil y necesaria, siempre que sea utilizado con sentido común y moderación por los padres.
Por cierto, sospecho que el único owned que habrá aquí se lo darán a sí mismos Iglesias y Montero cuando el día de mañana lleven a sus hijos no al CEIP Dolores Ibárruri, Premio a la Multiculturalidad 2017 otorgado por el Ayuntamiento X, sino a algún centro privado de nombre "Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús", de alguna Orden fundada por alguna monja francesa en el siglo XIX, con programas trilingües en inglés, chino y español, clases avanzadas de matemáticas y ciencias físicas y químicas, y programas de intercambio con los centros de la Orden en Alemania, Francia, Noruega, Canadá y Australia.