En Cataluña tienen la policía que se merecen, sin duda. El cuerpo policial español con más denuncias por lesiones y donde más gente ha muerto dentro de sus comisarías en "extrañas" circunstancias. Las condenas por brutalidad policial y excesos se encadenan. Y cuando tienen un caso delicado como lo del atentado de Barcelona lo despachan pegándole cuatro tiros a todo el mundo e impidiendo que puedan ser juzgados, entre el aplauso general de una sociedad idiotizada por el nacionalismo que ve cualquier crítica a su policía como un ataque a su identidad nacional.
Disfruten, señores.