Os traigo yo una mejor que vi en Arabia Saudí e incluso conocí al que la hizo.
Uno de los cinco pilares del Islam es la caridad. Una familia debe disponer una cantidad de sus ingresos y destinarla a ayudar a los más pobres. La gente de un nivel, no tiene relaciones con pobres, así que el marido le pide a la mujer que se encargue del tema: Fátima, arregla lo de los pobres esta tarde sin falta, que te curto el lomo si no lo haces. Ay, Mojamé, y ¿de dónde saco yo pobres esta tarde?
Si tú eres pobre, te acercas a la mezquita de tu barrio y le expones tu caso al imam. Si el imam piensa que sois buena gente (según su concepto, I miccionan) y que solo es que habéis tenido una desgracia, pone tu caso como postulante.
Ali y Zulema tienen dos hijos, al mayor hay que operarlo de la vesícula y como se les han muerto 6 camellos la semana pasada no pueden hacer frente a los 4.000 dólares que cuesta la operación. Fotos del niño malo, de la señora con el morro tapado y del hombre en mitad de una duna con los camellos que le quedan.
La app funciona como Tinder. Es una fruta copia de Tinder, mejor dicho
. Deslizas a la izquierda las desgracias que no te parecen suficientemente amargas o a la derecha si crees que eso sí merece tu dinero. Cuando ya te has decidido, te lleva a una pasarela de pago, metes tu pago móvil o tu visa y pagas.
Dejando al margen las consideraciones jovenlandesales, como idea de app es cojonuda. Y si tú se la enseñas bien a Cáritas o a una ONG, se la colocas seguro.