Bueno pues siguen sin demostrar nada. Aunque para los creyentes, que me recuerdan al niño que el padre le dice que los reyes no existen y va llorando corriendo a que su mamá le diga que es mentira, ya es la prueba definitiva igual que lo eran las fotos de la Chandrayaan.
Por cierto, las huellas parecen las de un cochecito estilo lunokov. Tampoco tiene mucho sentido que con ese crater tan poco profundo no caminaran los astronautas, esos que jugaban al golf y saltaban como si estuvieran en medio del campo, para llegar antes a la sonda Sorveyor.
Como se puede ver en esta imagen, suponiendo sea real claro, apenas hay desnivel. También algún experto podría comprobar si la distancia entre el módulo y la sonda, unos 200 metros, coincidiría con el tamaño al que vemos el módulo en la distancia. Así a ojo me parece que está mucho más cerca.
Pero vamos que ya dan igual todas estas especulaciones, lo que tienen que hacer es enviar imágenes mucho más claras porque tecnología para hacerlo la hay.