Yo también milité en un partiducho similar durante mi adolescencia (entre con 16 años y duraría unos meses, no mucho mas de un año).
Estabamos adscritos a IU o algo asi. No entré por convicciones políticas, sino para evitar el riesgo de marginación social adolescente, cuando llegue al instituto, apenas conocía a nadie porque los de mi barrio fueron todos directos al tajo o al FP, y estaba el típico grupo de los alternativillos (curiosamente casi todos hijos de profesores) mas susceptibles de integrar a los socialmente menesterosos como yo, asi que me captaron para la causa.
Tengo que decir que yo siempre sentía una gran vergüenza de verme relacionado con todo ese mundillo de política y tal, y a las únicas manifas a las que fué la organización, las típicas huelgas estudiantiles, excusé perversosmente mi presencia con enfermedades o compromisos familiares ineludibles inventados.
Solo acudía a las absurdas asambleas, que creo recordar que se celebraban los jueves por la noche. La mayoría de lo que se discutía alli, aparte de las típicas generalidades progres de salvar el mundo que nos estábamos cargando, era hablar de una supuesta amenaza ultraderechista que se cernía sobre nosotros. Se comentaba que en el pueblo vecino tal (estabamos en un tranquilo pueblo andalook) se habían visto pintadas fascistas, y que en otro pueblo de la zona se habían avistado individuos de estética skin (todo mentira, en la comarca no ha habido un grupo skin en la fruta vida).
La unica acción revolucionaria que se realizó la celula fue ir a jugar al voleyplaya a una red puesta por un hotel de lujo en la playa donde, según presumíamos, se prohibiría jugar a los sucios indígenas hotel colonial africano style. Para nuestra consternación, nadie del personal del hotel nos dijo nada, y nos fuimos aburridos al rato porque ni siquiera nos gustaba ese deporte (imaginaos el tono físico y las aptitudes atléticas de la expedición).
Eramos unos nueve adolescentes de edades entre 16-19 años, pero al calor del grupo recientemente constituido llegaron dos extraños. Uno era un perroflauta alfa de 26 años, y otro un nerdaco obeso mórbido y casapapis de 35.
El perroflauta alfa (tenía cierto atractivo físico, estilo un poco Hugo Silva) se hizo con el liderazgo del grupo en un visto y no visto. Era un vago redomado que desaparecia cada x meses para irse por ahí estilo mochilero, y una ralea de mucho cuidado. Recuerdo que nos daba consejo de que provocaramos a gente para que nos golpeara y que después denunciáramos, que asi se ganaba un pastón fácilmente.
Tenía muchos mas tiros dados que todos nosotros, y nos manipulaba a placer. Huelga decir que se folló a la mujer del grupo.
El rellenito casapapis, vino todo ilusionado por la reconstrucción del grupo, que durante los años 80 al parecer había gozado de cierto esplendor y que fueron sus años gloriosos también. Era la viva imagen del fracaso social, el primer adulto que yo vi como un fracasado sin paliativos, y que despertó en mi una preocupación de no acabar como el.
Era un erudito Friki del marxismo, pero mas que por el por la influencia que sobre el ejercia el camarada fantasma, un amigo suyo también de la vieja guardia ochentena que era un ratón de biblioteca que llevaba AÑOS sin salir de su casa, donde vivía con su progenitora enclaustrado entre libros Quijote style.
El gordinflas era su único lazo con la realidad, pues le surtía de libros de la biblioteca un par de veces al mes. Nos decía en las reuniones que el camarada fantasma nos transmitía todo su apoyo, que era consciente de todo lo que sucedía y que estaba a nuestra disposición. A mi me daba miedo solo de imaginarmelo solo en su casona arruinada rodeado de libros.
Resumen de cómo acabó todo: camarada gordinflas y camarada perroflauta entran en conflicto por liderar el cotarro, gana camarada perroflauta y camarada gordinflas se retira jurando en arameo y rajando pestes de todos nosotros (llegó a escribir cartas a los medios locales inventando de todo). Camarada perroflauta lleva un colchón a la sede* y la convierte en picadero-fumadero para sus ligues y amistades. Nosotros mirando y limpiando.
IU nos da un voto de confianza y nos encomienda la organización del tema hostelero en unos festejos populares. Camarada perroflauta desaparece con toda la recaudación y con una cuarentona hippy centroeuropea que había conocido en dichos festejos.
Extinción del grupo por decepción y hastio.
*: teniamos una sede de querida progenitora, un bajo en alquiler cuyos dueños no reclamaban el alquiler desde los ochenta o asi por estar muertos o en la emigración. Estaba abandonada desde entonces y nosotros la adecentamos.