De mi entorno no conozco a nadie que se haya separado con niños de tres años o menos. Y yo que he vivido esa etapa creo que hay que ser bastante hijomio para dejar a tu expareja con ese pastel y a tus hijos sin un padre a mano para largarte con un schoscho más prieto.
Si eres un padre con todas las letras, en esa época de tu vida lo último que te preocupa es meterla en caliente.