1.- Me parece increible que un pobre hombre con menos luces que una patera haya podido críar a cuatro hijos, una mujer, pagar una carrera universitaria y comprar un piso en propiedad con un bar de 25 metros cuadrados sin microondas, sin caja registradora, sin cocina con la que poder preparar un puñetero bocadillo de calamares y con más cucarachas que clientes habituales. Eso es un canto a la España de los 80 y los 90. Antes siendo trabajador podías sacar una familia adelante, aunque no tuvieses cerebro.
2.- El hijo mayor me recuerda un montón al pavo aquél que se depilaba las cejas. También era el mayor, le gustaba faltarse en la intimidad con las hermanas pequeñas (muchísimo más responsables que él) y no quería aportar un duro en casa. Probablemente compraban la farlopa al mismo camello.
Además se nota que procede de un linaje distinto, el hijo pequeño, con toda la pinta de frikazo que tiene, parecía más cabal con 19 años que el farlopas con 29. Las hijas ídem. El hijo mayor es el simple de la camada.
3.- Da exactamente igual que refloten el bar porque el padre ya no está en condiciones de regentar ningún negocio. Apenas podía levantar la persiana del local y cuando miraba la caja registradora parecía un soldado alemán contemplando por primera vez el codificador "Enigma". Ese hombre es carne de jubilación, sin capacidad física, sin reflejos intelectuales... laboralmente está acabado. Que se jubile, descanse y que mueva el trastero su mujer que parece bastante más lista y en mejor forma.
4.- Se confirma que en España todo aquél que no sabe hacer nada y es lo suficientemente vago para descartar convertirse en albañil, o monta un bar o se mete en un taxi.
5.- A las hijas melasfo.
:
