Próximas familias:
Familia Martín (Madrid)
La familia Martín está viviendo una situación que no imaginaron ni en sus peores sueños. Desde hace dos años, el bar del que han vivido toda la vida no da beneficios. Esto les ha empujado a tirar de los ahorros familiares para poder llegar a fin de mes, pero el dinero ya se ha acabado y ahora no pueden hacer frente a los pagos.
Los hijos (Juan Antonio -29 años-, Almudena -24-, Rocío -21- y Federico -19-) culpan a los padres (Vicente -58- y María del Señor -53-) de no haber hecho nada para arreglar las cosas. Los padres culpan a los hijos de no colaborar en casa como deberían. Y en un clima de reproches y desconfianza, el bar sigue cayendo en picado. Y para colmo, Vicente, cabeza de familia, que está al frente del negocio, sigue anclado en un pasado del que se resiste a salir.
Familia Gago (San Sebastián de los Reyes, Madrid)
Paloma (53 años) está harta. Su situación económica es lamentable por un motivo: su hija, el novio de ésta y su nieto se han instalado en su casa. Lo peor de todo es que tanto Paloma hija (20 años) como Justo (23) están en el paro y no hacen nada para cambiar esta situación.
Paloma cree que su principal problema es tener que sacarles adelante con su único sueldo de limpiadora. Pero es que no sabe que su endeudamiento hace tiempo que sobrepasó lo recomendable. Los nombres de todos están ya en todos los registros de jovenlandesesos. Saben que su situación es complicada, pero ninguno hace esfuerzos para que las cosas cambien.
Familia Mármol (Rincón de la Victoria, Málaga)
Las gemelas Mari Carmen y Pilar (33 años) tienen un problema grave con su padre José (64 años): le culpan de llevar a la familia a la ruina. Actualmente tienen una deuda que asciende a más de 900.000 euros y para ellas, el único culpable es su padre.
Los Mármol vivían de un bar muy rentable, y Pepe, el cabeza de familia, embarcó a sus hijas en una compra sucesiva de 5 inmuebles sin tener en cuenta que las cosas iban a cambiar de forma dramática.
El dueño del bar, ya que no era propiedad de los Mármol, decidió rescindir el contrato y, como consecuencia, todos se quedaron en el paro con 5 hipotecas por pagar y unas relaciones familiares que se deterioran día a día. Las hijas no confían en su padre y éste cree que sus hijas tampoco están haciendo nada para salir adelante.
Actualmente pende sobre ellos una orden de subasta de una de las casas, y un requerimiento judicial sobre otra de sus propiedades.
Familia García Serruya
Tanto Óscar (32 años) como Beatriz (25) se definen como compradores compulsivos. Mientras contaban con dinero, los caprichos han estado a la orden del día. Lo peor de todo este es que ahora, que ninguno tiene trabajo, son incapaces de frenar esta situación: pese a estar en el paro siguen gastando de la misma manera. El problema es que llegar a pagar las deudas que contrajeron en el pasado ahora es una misión imposible y su nombre comienza a aparecer en los registros de jovenlandesesos.
La relación de la joven pareja se ha deteriorado al mismo tiempo que su cuenta corriente. Las peleas, las dudas sobre su futuro, los reproches se han instalado entre la pareja creando una barrera difícil de superar.
Familia Fernández Collazo (Barcelona)
Cecilia (32 años) y David (35) no pueden afrontar de manera independiente el peso de sus errores. Mientras que uno decidió montar un negocio con unas pérdidas de 2.000 euros mensuales, el otro se compró una casa por la que pagan una hipoteca de 1.600 euros. Con el sueldo de David no llegan a ninguno de los pagos y deben dinero a todo el mundo en un momento especialmente significativo: acaban de tener un hijo.
Volver a casa de sus padres ha sido una de sus primeras medidas, lo que está generando problemas en la pareja. Y es que ambos sienten que han perdido toda su intimidad. Pero lo peor es que Cecilia está paralizada. Teme volver a fracasar, ha perdido su autoestima, y esto la está llevando a un callejón sin salida.
Saludos,