los llamados gayses deberían rebelarse de que les encasillen en un pack de trastornados.
Precisamente el inicio de la lucha por los derechos gays y la eliminación de la conducta gays como trastorno mental fue para que nadie señalase a las personas por su forma de drojarse con el sesso.
Actualmente al OBLIGAR a los gayses a llevar una estrella en la espalda en forma de bandera arcoiris , no tiene muy buena pinta el recorrido.
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En Irán por ejemplo , que condenan a muerte a los llamado gayses , tuvieron la ingeniosa idea de disfrazar la castración con " el cambio de sesso " despojado de su miembro viril y sus testículos , un llamado gays deja de ser peligroso desde el punto de vista iraní.
Las relaciones sensuales entre personas del mismo sesso en Irán son castigadas con latigazos o hasta con la muerte. El régimen iraní considera que la gaysidad es una enfermedad que debe curarse mediante “terapias” y/o inyecciones de hormonas; y en última instancia, si lo anterior no funciona, los individuos deben someterse a una operación de reasignación de sesso.
Hoy por hoy, el discurso oficial
reconoce la existencia de personas gayses y transgénero, pero se los tacha de personas “enfermas”.
convencer a algunas lesbianas y algunos gays de que son individuos del sesso opuesto que han nacido en un cuerpo equivocado y, por consiguiente, se han sometido a operaciones de cambio de sesso.
Paradójicamente, en un Estado teocrático donde gayses son condenados a muerte, no sólo se permite la operación de cambio de sesso, sino que, en parte, son costeadas por el propio Estado. Además,
el Estado reconoce legalmente a las personas transgénero, siempre y cuando se sometan a la operación de reasignación de sesso
A pesar de ser reconocidos legalmente y religiosamente, los transexuales son
marginados socialmente.
Condena a muerte, latigazos o acoso continuado
Las leyes iraníes criminalizan las relaciones sensuales entre personas del mismo sesso y dichas prácticas se
castigan con la muerte o con flagelaciones. El
Código Penal de Irán recoge estos “delitos” entre los artículos 233 y 241.
Según el Código Penal, los culpables de
tafhkiz (relaciones sensuales entre dos hombres sin penetración) tienen que recibir
cien latigazos. También se castiga con
cien latigazos lo que el Código Penal define como
mosaheqeh, es decir, cuando una mujer coloca sus órganos sensuales sobre los órganos sensuales de otra mujer.
En el artículo número 237 del Código Penal iraní también se criminaliza conductas entre personas del mismo sesso en las que no se implican los órganos sensuales, como
“besarse o tocarse lujuriosamente”. Estos actos pueden ser castigados con
31 y 74 latigazos.
El castigo más severo es por los culpables de
livat (relaciones sensuales con penetración entre dos hombres). El Código Penal recoge que la parte pasiva involucrada en
livat tiene que ser
condenada a muerte y la parte activa tiene que recibir
cien latigazos. En el caso en que se trate de una violación o que la parte activa sea un hombre casado, éste también se enfrentará a la pena de muerte.
Dos gays muestran las heridas sufridas por los latigazos
Cabe destacar que la ley penal iraní aborda de la misma manera los actos sensuales consensuados entre dos personas del mismo sesso que delitos como la violación, el abuso de menores y el tráfico sensual.
Asimismo, debido al
estricto código de vestimenta, los individuos
LGBTIQ que no vayan vestidas por la calle de acuerdo con su sesso , pueden ser encarceladas por ofender la
“decencia pública”. Según el artículo 638 del código penal, los culpables de este delito serán encerrados
en prisión entre 10 días y dos meses o recibirán 74 latigazos.
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Dos policias reprenden a un chico por llevar unos pantalones ajustados
Según
Justice for Iran, a menudo, cuando los gayses iraníes se encuentran entre la disyuntiva de seguir aguantando el
hostigamiento continuo y el
encarcelamiento e incluso una
posible ejecución, o someterse a una
operación de cambio de sesso, eligen lo último para escapar de los peligros del castigo, especialmente porque culturalmente y bajo la presión de la familia y la sociedad, consideran que sus propios deseos sensuales son “pecaminosos” o “desviados”.
Tratamientos y cirugía de reasignación de sesso
Muchos psiquiatras y psicólogos iraníes todavía creen que la gaysidad es una forma de
enfermedad mental, y que la
variación de género es, en sí misma, una
condición patológica, concretamente la califican como
“Trastorno de Identidad de Género”, según un
informe de las ONG Justice for Iran y Iranian Lesbian and Transgender Network (6Rang).
Según la investigación de estas dos ONG, hay dos modelos de tratamientos propuestos por los profesionales de la salud mental iraníes:
El primer modelo opta por una gama de
tratamientos psicoanalíticos y conductuales que se centran en la creación de un cambio mental cualitativo que implique
aversión a la gaysidad, y desafección al travestismo y otras tendencias de variación de género. Estos tratamientos acostumbran a ir acompañados de un plan de refuerzo en el que se utilizan
técnicas para provocar vergüenza, medicamentos que inducen náuseas, psicoactivos y electroshocks.
Según el informe, los profesionales de la salud mental del país que siguen este modelo insisten en su eficacia y sus beneficios, a pesar de que estas prácticas han sido denunciadas internacionalmente como
no científicas, dañinas y una violación de los derechos humanos.
El segundo modelo admite que los tratamientos enumerados anteriormente generalmente no tienen éxito, y defiende que el cuerpo de las personas transgénero sea modificado por medio de
terapias hormonales y de la
cirugía de reasignación de sesso. Los profesionales de la salud mental que siguen este modelo, generalmente, tienden a diagnosticar con el “Trastorno de Identidad de Género” a personas gayses y transgénero.
el Dr. Shaheed enumeró algunos de los efectos secundarios de la operación de cambio de sesso: complicaciones que incluyen
hemorragias graves, infecciones graves, cicatrices, dolor crónico y fístulas rectovaginales.
Algunos doctores iraníes especializados en este tipo de intervención han explicado, a la
ONG OutRight Action International, que
algunos médicos que realizan estas operaciones no están suficientemente cualificados para llevarlas a cabo. Esta falta de preparación repercute gravemente en los pacientes, que los obliga a someterse a más operaciones para intentar arreglar los daños.
Debido a los elevados costes de las intervenciones, muchos pacientes
no tienen suficiente dinero para finalizar todo el proceso y, por lo tanto, sólo se someten a la primera fase de la transición. En estos casos, las autoridades no acceden a hacer el cambio de papeles.
La falta de dinero también lleva a algunas personas a tomar medidas peligrosas como
automedicarse. La terapia hormonal sustitutiva requiere de una rigurosa supervisión médica porque puede tener graves efectos secundarios físicos y psicológicos.
En el
Irán de los ayatolás, ser gays o travestido es un crimen. Las familias les rechazan, la sociedad les repudia y la justicia les condena. ... Ello, por el edicto religioso que, en 1980, emitió el ayatolá Jomeini legalizando las operaciones de
cambio de sesso. Una excepción en el mundo islámico.
Se sienta delicadamente, cruza las piernas y apoya las dos manos sobre una rodilla. Su mirada es escurridiza. Su voz, casi inaudible, parece haber quedado atrapada en algún punto d
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