En tanto al primer párrafo, como tú. No con el segundo, pero te haré una interesante reflexión, mítica si cabe.
Recuerdo los relatos, cuentos, leyendas, mitos y escritos de tiempos pretéritos. Esos donde, por ejemplo, los caballeros del grial se enfrentaban a peligros y arriesgaban sus vidas por salvar a los débiles y desprotegidos. Otros donde los héroes luchaban con monstruos que asolaban las poblaciones. Otros donde algún valiente se enfrentaba a los brujos (y a las brujas, hay que decirlo, en estos tiempos... ya tu sabe). Pero hoy no veo eso.
Lo único que veo es a cínicos, 'pasadetodo', 'miculoesloprimero', 'haberestudiao' y similares. Y peor. Gentes, como tú, que sin héroes ni pretender serlo, sin ser media cosa, encima, dicen que ni sienten pena por aquellos que han sido manipulados y llevados a senderos de muerte.
Yo no soy un héroe. Miedo me da que mi destino me tenga que poner delante de semejante reto: dudo que de la talla. Pero lo que no soy, lo que no siento, es esa sucia y abyecta indiferencia que vienes, como muchos otros perversoss, a exponer aquí. pero bueno, público que te aplauda vas a tener. Tampoco es para tanto, pues son seres tan míseros como tú. Aplausos de cosa para un cosa. Al menos 'la cosa' no desentona. Todo en orden.
Ahora viene lo mejor ¿Cuantos entre quienes aceptarán y aplaudirán tu cosa-mensaje están entre aquellos que rememoran y claman por aquella España que un día fue? Me reiría si no fuese tan trágico. Me reiría si fuese como tú. Pero me da lástima, profunda lástima. Y de aquellos españoles que en otros tiempos renunciaron a sus vidas por mucho menos. De aquellos que por solo empezar a leer lo que muchos aquí escribís os abrirían las entrañas y dejarían caer vuestros míseros y sucios intestinos al suelo renegando que siquiera en un mal sueño podrían siquiera imaginar que seáis 'españoles'. De aquellos, descanso bien ganado, pues si tuviesen la mala fortuna, por un momento, solo por un momento, de ver lo que sois y lo que os atrevéis a escribir, a bien poco que hasta sus mondas calaveras se sonrojarían de vergüenza. Y si las madres de las madres de vuestras abuelas, pudiesen ver lo que sois, clamarían al Dios de Cielo para que las regresase al momento de pasadas concepciones de vuestros ancestros, para golpearse el vientre y abortar estas futuras miserias, insoportables de aceptar por cualquier buena mujer.
Pero que ardor de estomago que dais.