Los académicos consideran que el liberalismo es una forma de pensamiento teológico. El mercado aparece como un dios confiable y todopoderoso, con sus profetas y mandamientos.
A finales de los años 90, uno de los amigos del teólogo Harvey Cox le aconsejó que leyera la prensa económica. Era, le aseguró, la mejor manera de entender cómo funciona el mundo. Profesor de la Universidad de Harvard (Estados Unidos), Harvey Cox no estaba en absoluto interesado en estas historias, y fue con un ligero temor –el de no entender nada– que lo hizo. Comenzó a leer diariamente el Wall Street Journal y, cada semana, las páginas de economía y negocios de Time o Newsweek. “Esperaba terra incógnita y en cambio me encontré en la tierra del déjà vu”, dijo unos meses después en un artículo publicado en The Atlantic. Estas páginas se parecían extrañamente al Génesis, a la Epístola a los Romanos o a La Ciudad de Dios, de San Agustín. »
Detrás de la jerga y las palabras de la economía se esconden "los elementos de una gran narrativa sobre el significado más profundo de la historia humana, las razones por las que las cosas salieron mal y las formas de rectificar la situación: una mitología de los orígenes, historias de decadencia, una doctrina de pecado y redención”, dice.
Subir los tipos de interés para evitar la inflación, no ceder a las tentadoras sirenas del estatismo o al vértigo de imprimir dinero, abrir nuevos sectores de actividad al mercado, practicar el ascetismo en forma de austeridad y renuncia a la protección social… entonces volverá la felicidad. . Con, en el pináculo de esta "nueva teología", la figura del mercado, que según Harvey Cox debería escribirse con mayúscula inicial, "para significar tanto el misterio que lo rodea como la reverencia que inspira en los círculos empresariales". El Mercado, por tanto, se materializa en una diversidad de mercados, de diversa naturaleza, tamaño e importancia.
Des chercheurs considèrent le libéralisme comme une forme de pensée théologique. Le marché y fait figure de dieu digne de foi et tout puissant, avec ses prophètes et ses commandements.
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